Generalidades
"Cuando uno oye la palabra 'cáncer', empieza la preocupación. ¿Voy a sobrevivir esto? ¿Cómo va a afectar a mi familia? Parecía que no podía concentrarme en otra cosa que no fuera el cáncer, y sentía que había perdido el control de mis propios pensamientos. Un amigo me sugirió empezar a llevar un diario, y descubrí que apuntar pensamientos me permitía liberarme de ellos un poco. Ponerlos en papel de alguna manera les dio menos poder sobre mí".-Evelyn, 61
"Mi primera reacción fue: ¿por qué me tuvo que pasar esto a mí? Sentí que no merecía un diagnóstico de cáncer, y realmente estaba muy enojado por eso. Le dije a mi médico que me sentía enojado todo el tiempo, y ella me remitió a un consejero. Al principio, me resistía a probar el asesoramiento, pero hablar con alguien realmente me ayudó a confrontar lo que estaba sintiendo. Fue un gran alivio".-Riley, 48
Ansiedad, miedo y emociones
El tiempo después de un diagnóstico de cáncer puede ser muy difícil. Usted y sus seres queridos pueden sentir toda clase de emociones. El camino a seguir puede parecer confuso y atemorizador. Probablemente tenga pensamientos ansiosos dándole vueltas en la cabeza a todas horas del día y de la noche.
¿Alguno de estos le suena conocido?
- "Tengo miedo del dolor y de los efectos secundarios del tratamiento".
- "Me preocupa cómo el cáncer va a cambiar mi relación con mi pareja".
- "¿Me voy a morir?"
- "¿Quién se va a ocupar de mi familia si me pasa algo?"
- "¿Por qué a mí?"
- "¿Qué pasa si me recupero, pero el cáncer vuelve más adelante?"
- "No quiero ser una carga para mis amigos y mi familia mientras estoy enfermo".
- "No sé cómo voy a hacer para pagar todas mis facturas médicas".
Es común tener muchas emociones, o ninguna. Cada persona reacciona de manera distinta. Y sus sentimientos podrían cambiar con frecuencia, sin advertencia.
Cómo desarrollar la resiliencia
Ahora es el momento de concentrarse en su capacidad de superar las adversidades o su resiliencia. La resiliencia es una "fuerza interior" que le ayuda a recuperarse después de atravesar situaciones estresantes. Cuando usted tiene capacidad de superar las adversidades, puede recuperarse más rápidamente de los reveses o cambios difíciles, incluyendo las enfermedades.
Parte de la resiliencia es cómo piensa. La mente puede tener un efecto positivo o negativo en el cuerpo. Las emociones negativas, como la preocupación o el estrés, pueden causar tensión muscular y dolor, dolores de cabeza y problemas estomacales. Pero tener una actitud positiva ante la vida podría ayudarle a manejar mejor el dolor o el estrés que alguien que tiene menos esperanzas.
Aquí hay algunos consejos para desarrollar la resiliencia:
- Acepte que las cosas cambian. Trate de ver el cambio como un desafío más que como una amenaza. Usted no puede cambiar lo que pasa, pero sí puede cambiar cómo se siente sobre ello.
- Mire el panorama general. Trate de buscar cosas que aprender. Las situaciones difíciles o emocionales pueden enseñarle acerca de sí mismo.
- Busque interacciones con personas que le hagan sentir mejor. Forme una red de apoyo.
- Cuídese bien. Tómese tiempo para hacer cosas que disfrute. Encuentre maneras de relajar la mente y el cuerpo.
Cómo manejar la ansiedad
La preocupación y la angustia pueden parecer que están apoderándose de su vida. Pero hay muchas cosas que puede hacer para reducir la ansiedad y sentirse mejor. Escoja una o dos para probar hoy.
- Escriba. Comience un diario. Escribir acerca de las cosas que le están molestando puede ayudarle a enfrentar sus sentimientos.
- Manifieste sus sentimientos. Hable, ría, llore y exprese su enojo cuando lo necesite. Hablar con amigos, la familia, un consejero o un miembro del clero acerca de sus sentimientos es una manera saludable de aliviar el estrés.
- Haga ejercicio. Caminar a paso enérgico y otras formas de ejercicio, como yoga o tai chi y qi gong, pueden ayudar a liberar emociones reprimidas.
- Pruebe con las imágenes guiadas. Las imágenes guiadas le ayudan a usar la imaginación para llevarle a un lugar calmo y pacífico. Usted puede usar la técnica de imágenes guiadas por sí mismo. O puede hacerlo con grabaciones de audio, un instructor o guiones que lo orienten por todo el proceso.
- Practique la gratitud. "Ser agradecido" podría parecer un consejo extraño cuando está enfrentando el cáncer. Pero la gratitud está vinculada con su sensación de bienestar, y puede darle un impulso a su fuerza interior que le ayude a recuperarse. Funciona desviando su atención para que se concentre en las cosas positivas de la vida. Para practicar la gratitud, usted dice "gracias" y aprecia lo que es importante para usted.
Dónde buscar ayuda
Está muy bien tratar de encontrar cosas que puede hacer por sí mismo para sentirse mejor. Y si tiene familiares y amigos que sepan escuchar, puede ayudarle mucho hablar con ellos acerca de cómo se siente.
Pero no todos tienen a alguien con quien hablar. Y, a veces, es más fácil hablar con alguien que no esté afectado directamente por su cáncer. Un consejero o terapeuta puede ayudarle a confrontar las emociones del cáncer. Él o ella puede simplemente escuchar sus preocupaciones y cualquier otra cosa de la que tenga ganas de hablar.
Los diferentes tipos de asesoramiento incluyen terapia familiar, terapia para parejas, asesoramiento grupal y asesoramiento individual. Asegúrese de elegir el consejero o terapeuta correcto para sus necesidades. Encontrar un consejero con el usted se sienta bien es importante.
Considere unirse a un grupo de apoyo para el cáncer. Le ayuda a vincularse con personas que están pasando por las mismas cosas que usted. Su médico puede ayudarle a encontrar un grupo en su área.
Dónde aprender más
Los siguientes cuadernillos del sitio web del Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) pueden ser útiles:
- Tómese su tiempo: Apoyo para las personas con cáncer (www.cancer.gov/espanol/publicaciones/educacion-para-pacientes/tomese-su-tiempo)
- Cuando alguien a quien ama está recibiendo tratamiento contra el cáncer (www.cancer.gov/cancertopics/coping/when-someone-you-love-is-treated) (en inglés)