Generalidades
¿Qué es la marihuana medicinal? ¿Es legal?
La marihuana es una droga que se compone de las hojas, las flores y los brotes de la planta de cáñamo Cannabis sativa. El tratamiento con marihuana medicinal consiste en el uso de esta droga para ayudar a tratar síntomas como dolor, rigidez muscular (espasticidad), náuseas y falta de apetito. Puede ser utilizada por personas que tienen afecciones como cáncer, SIDA o esclerosis múltiple.
En los Estados Unidos, las leyes federales prohíben poseer, vender, regalar o cultivar marihuana para cualquier propósito. Muchos estados han aprobado leyes que permiten a las personas con ciertos problemas de salud comprar o cultivar marihuana para uso personal. Algunos estados permiten u otorgan licencias a personas para proveer marihuana medicinal a quienes la necesiten. Y en algunos estados, un médico puede proporcionarle un certificado para que usted pueda comprar marihuana medicinal en un dispensario autorizado por el estado.
Si usted utiliza marihuana medicinal para el tratamiento de una afección médica aprobada, es posible que el gobierno federal no lo procese. Pero no hay garantía de que no lo hará.
Las leyes respecto a la marihuana medicinal varían de un estado a otro. Si piensa que desea probar la marihuana medicinal, hable con su médico. También puede llamar al departamento de salud o a los servicios de salud de su estado para conocer más detalles sobre las leyes correspondientes.
¿Qué dicen los expertos?
El uso medicinal de la marihuana ha sido estudiado durante décadas. Pero los expertos aún no se ponen de acuerdo sobre su seguridad y su eficacia.
Algunos expertos en medicina no recomiendan la marihuana debido a que:
- No ha sido aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos (Food and Drug Administration o FDA, por sus siglas en inglés).
- La marihuana puede perjudicar la memoria, la capacidad de juicio y la coordinación. Puede incrementar el riesgo de tener un accidente de automóvil.
- El humo de la marihuana puede dañar los pulmones.
- Hay sustancias legales que pueden funcionar igual de bien, como, por ejemplo, los nuevos tipos de analgésicos (medicamentos para el dolor) y medicamentos para las náuseas.
Otros expertos en medicina sí recomiendan la marihuana debido a que:
- Puede aliviar el dolor cuando los analgésicos normales no funcionan o tienen efectos secundarios no deseados.
- Puede mejorar el apetito y aliviar las náuseas en personas que tienen cáncer o SIDA.
- Puede ayudar a aliviar síntomas como el dolor y la rigidez muscular (espasticidad) en personas que tienen esclerosis múltiple.
Asegúrese de informar a su médico si está consumiendo marihuana medicinal. Si está embarazada, no es seguro consumir alcohol ni drogas, incluyendo la marihuana.
¿Cómo se usa la marihuana medicinal?
La marihuana medicinal solo debería usarse después de que se hayan probado tratamientos con medicamentos de uso común. La marihuana interactúa con muchos otros medicamentos. Puede ser peligrosa si se toma con medicamentos que causan somnolencia o que controlan el estado de ánimo, como sedantes, ansiolíticos o antidepresivos. La marihuana baja el azúcar en la sangre y la presión arterial, por lo que usted debe tener cuidado si toma medicamentos para estas afecciones. También aumenta el riesgo de sangrado si está tomando medicamentos que previenen la formación de coágulos sanguíneos.
La marihuana generalmente se fuma. También puede prepararse en té o vaporizada, rociarse debajo de la lengua, aplicarse en la piel o cocinarse con alimentos.
Usted puede verse afectado durante horas después de consumir marihuana. La rapidez con la que sienta los efectos de la marihuana y la duración de estos depende de muchas cosas, incluyendo:
- Cuánto consumió.
- Cómo la consumió.
- Cómo responde su propio cuerpo a la marihuana.
Entre los efectos secundarios no deseados se pueden incluir:
- Boca seca.
- Ojos enrojecidos.
- Ansiedad o pensamientos paranoicos.
- Frecuencia cardíaca acelerada.
- Náuseas y vómitos.
¿Es adictiva?
Algunas personas que utilizan regularmente la marihuana se vuelven adictos. Esto significa que siguen consumiendo marihuana a pesar de que les produce efectos perjudiciales en su vida.
El riesgo de adicción es mayor en personas que:
- Comienzan a consumir marihuana cuando son jóvenes.
- La consumen a diario.
- Tienen problemas de salud mental.
Las personas que consumen marihuana con frecuencia y después la dejan, podrían tener síntomas de abstinencia. Estos incluyen ansiedad, problemas para dormir y antojos intensos de esta droga.
¿Hay alternativas a la marihuana medicinal?
Los médicos pueden recetar dos alternativas legales: dronabinol (Marinol) y nabilona (Cesamet). Ambos medicamentos contienen una forma sintética de THC, la sustancia química principal de la marihuana.
La nabilona se utiliza para aliviar las náuseas y los vómitos causados por la quimioterapia. El dronabinol también puede aliviar este tipo de náuseas y vómitos. También puede mejorar el apetito de las personas que tienen SIDA. Tanto el dronabinol como la nabilona pueden usarse para aliviar el dolor y la espasticidad en personas que tienen esclerosis múltiple. Ambos medicamentos vienen en forma de pastillas.
Hable con su médico si piensa que estos medicamentos pueden ayudar a aliviarle los síntomas.
¿Qué es la marihuana sintética?
La marihuana sintética está hecha de material vegetal seco que se trata con sustancias químicas que producen efectos similares a los de la marihuana. Se vende en forma de incienso bajo muchos nombres, como K2 o Spice. Con frecuencia, las etiquetas aseguran que estos productos son "seguros" o "naturales". Pero, en realidad, las sustancias químicas activas han sido producidas en un laboratorio y podrían ser peligrosas.
Sin embargo, los jóvenes frecuentemente prueban estos productos porque son fáciles de adquirir y es posible que no se puedan detectar mediante pruebas de detección de drogas.
Hay gente que piensa que al consumir estas drogas sentirán lo mismo que al consumir marihuana. Pero estas drogas son diferentes a la marihuana. Y los efectos son difíciles de predecir. Esto se debe a que se desconoce el tipo y la potencia de las sustancias químicas utilizadas. Algunas personas han manifestado síntomas graves, como:
- Frecuencia cardíaca rápida y presión arterial alta.
- Vómitos.
- Inquietud o confusión.
- Pensar que otras personas están tratando de hacerles daño (paranoia), o ver u oír cosas que no existen (alucinaciones).