Generalidades
Bañar a una persona regularmente es una forma importante de ayudar a mantener su piel sana. Puede ayudar a prevenir infecciones y es un buen momento para comprobar si hay llagas o salpullidos.
La ayuda que una persona necesita para bañarse depende de lo bien que pueda moverse. Es posible que esté cuidando de una persona que no puede cuidar de sí misma porque se está recuperando de una enfermedad o de una cirugía. O es posible que esté cuidando de una persona con problemas de memoria que no puede recordar cómo bañarse. O podría estar cuidando de alguien incapaz de moverse a largo plazo, como una persona que está paralizada. Esta persona puede necesitar mucha más ayuda al bañarse.
Una persona que tiene que permanecer en la cama durante un breve período de tiempo y que puede moverse un poco podría ducharse con algo de ayuda. O la persona puede preferir un baño parcial en el lavabo o con una palangana. Una persona que no puede moverse bien o que no puede moverse en absoluto necesita un baño de esponja. Esto a menudo se llama baño de esponja, pero también suelen usarse toallitas. Se puede dar un baño de esponja completo sin mojar las sábanas.
La frecuencia con la que una persona se bañe depende de su afección y sus deseos. Si puede, intente dejar que la persona elija cuándo bañarse. Las personas más jóvenes que no tienen problemas con la irrigación sanguínea pueden bañarse con más frecuencia si así lo desean. Es posible que los adultos mayores solo quieran un baño de esponja varias veces a la semana. Bañarse con más frecuencia puede poner a la persona en riesgo de tener problemas cutáneos, como llagas.
Deje que la persona se limpie por sí sola lo más posible. Mientras la ayuda a desvestirse y la baña, trate de estar lo más relajado posible. Si está tranquilo y no parece avergonzado, es posible que la persona se sienta más cómoda.
Cómo prepararse para un baño de esponja
Para prepararse para dar a alguien un baño en la cama, comience reuniendo los materiales. Usted necesitará:
- Toallitas.
- Toallas.
- Dos cuencos (uno para el agua jabonosa y uno para el enjuague).
- Jabón (una pastilla de jabón, jabón líquido o toallitas húmedas).
- Champú que no irrite los ojos o champú sin enjuague.
- Loción corporal para piel seca.
- Una estera o sábana impermeable para mantener la cama seca.
- Una mesa o un estante donde colocar los materiales.
Pregúntele a la persona si hace demasiado calor o demasiado frío en la habitación y cambie la temperatura si puede. Asegúrese de que la cama sea lo suficientemente alta para no lastimarse la espalda. Si es baja, está bien poner la rodilla sobre la cama para estirar la mano y bañar a la persona.
Coloque una estera o una sábana impermeable debajo de la persona para mantener la cama seca. Y por privacidad, asegúrese de que la puerta y las persianas o cortinas estén cerradas.
Cómo ayudar con el baño de esponja
Cuando ayuda a alguien a bañarse, es posible que tenga la oportunidad de revisar la piel para ver si hay enrojecimiento o llagas. Preste especial atención a zonas con pliegues, como debajo de los senos o en los pliegues del abdomen. Además, mire en la zona de la ingle y las zonas huesudas, como los codos y los hombros.
Comience llenando dos palanganas con agua tibia. Use la primera palangana para enjabonar una toallita y escurrirla. Use la segunda para tener agua limpia para enjuagar el jabón. Use el dorso de la mano para comprobar el agua y asegurarse de que no esté demasiado caliente. No es necesario que use guantes, pero podría ser una buena idea si la persona ha estado vomitando o ha tenido diarrea. Y es una buena idea usar una mascarilla si usted o la persona tienen una enfermedad que se puede propagar, como un resfriado o gripe.
- Lávese y séquese las manos, y póngase guantes si opta por usarlos.
- Deje que la persona se desvista y se lave tanto como pueda. Cubra a la persona con una toalla, dejando al descubierto solo las partes del cuerpo que se estén lavando. Por ejemplo, descubra un brazo, lávelo y séquelo, y después vuelva a cubrirlo con la toalla.
- Lave con la toallita de aseo y el agua jabonosa o con las toallitas húmedas, y después enjuague con otra toallita de aseo y el agua limpia.
- Comience por las zonas más limpias del cuerpo y termine por las zonas menos limpias. Después de lavar una zona, voltee la toallita para poder usar una parte nueva y limpia en la siguiente zona. Use una toallita nueva cuando la necesite.
- Lave los párpados, comenzando en el ángulo interno y limpiando hacia la esquina externa.
- Lave la cara, las orejas y el cuello.
- Lave los brazos uno a uno, y luego lave las manos.
- Lave el pecho y el abdomen, incluyendo el ombligo.
- Lave una pierna, y luego la otra.
- Lave los pies y entre los dedos del pie.
- Ayude a la persona a ponerse de lado para que pueda lavarle la parte de atrás. (Si no puede voltear a una persona por su cuenta, pida a alguien que le ayude para no lastimarse la espalda). Luego, ayude a la persona a ponerse de espaldas.
- Vierta el agua (que a estas alturas podría estar fría) y reemplácela con agua tibia nueva.
- Usando una nueva toallita, limpie primero la zona de los genitales y luego la zona anal.
- Quítese los guantes si es que los está usando. Cambie el agua y lave el cabello. Puede usar agua y un champú que no irrite los ojos o un champú sin enjuague. Examine cuidadosamente el cuero cabelludo para detectar enrojecimiento o llagas.
- Enjuague el cabello con agua limpia y tibia.
Cuando haya terminado con el baño, aplique una loción corporal sin perfume para proteger la piel y evitar que se reseque. No aplique loción en zonas que puedan humedecerse, como debajo de los senos o en los pliegues de la ingle. Ayude a la persona a terminar de vestirse según sea necesario. Guarde los suministros y lávese las manos.