Generalidades de la afección
¿Qué es un accidente isquémico transitorio?
Un accidente isquémico transitorio (AIT) ocurre cuando hay una interrupción o reducción del flujo de sangre a parte del cerebro, a menudo causada por un coágulo de sangre. Después de un corto tiempo, la sangre circula nuevamente y los síntomas desaparecen. Con un ataque cerebral, la circulación de la sangre permanece obstruida, y el cerebro sufre daño permanente. Algunas personas llaman miniataque cerebral al AIT, porque los síntomas son los de un ataque cerebral pero no duran mucho tiempo.
Un AIT es una advertencia: significa que es probable que tenga un ataque cerebral en el futuro. Si cree que está teniendo un AIT, llame al 911 o a otros servicios de emergencia de inmediato. El tratamiento temprano puede ayudar a prevenir un ataque cerebral. Si cree que ha tenido un AIT, pero los síntomas han desaparecido, igualmente debe llamar al médico de inmediato.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de un AIT son los mismos que los de un ataque cerebral. Pero los síntomas de un AIT no duran mucho tiempo. La mayoría de las veces, desaparecen al cabo de 10 a 20 minutos. Y pueden incluir:
- Entumecimiento, hormigueo, debilidad o parálisis repentinos en la cara, el brazo o la pierna, sobre todo si ocurre en un solo lado del cuerpo.
- Cambios súbitos en la vista.
- Problemas repentinos para hablar.
- Confusión súbita o dificultad repentina para comprender frases sencillas.
- Problemas repentinos para caminar o mantener el equilibrio.
¿Qué causa un AIT?
La causa más común de un AIT es un coágulo de sangre. Los coágulos de sangre pueden formarse cuando los vasos sanguíneos se dañan como consecuencia de la presión arterial alta, el colesterol alto o el endurecimiento de las arterias (aterosclerosis). Un ritmo cardíaco anormal llamado fibrilación auricular también puede provocar la formación de coágulos de sangre. El coágulo puede obstruir el flujo de la sangre a parte del cerebro. Las células cerebrales resultan afectadas al cabo de segundos de producirse la obstrucción. Eso causa síntomas en las partes del cuerpo controladas por esas células. Después de que el coágulo se disuelve, la sangre vuelve a circular y los síntomas desaparecen.
Algunas veces, un AIT es causado por una caída brusca en la presión arterial que reduce el flujo de sangre al cerebro. Esto se conoce como AIT por "bajo flujo". No es tan común como otros tipos.
¿Qué pruebas debe hacerse después de un AIT?
Su médico le hará pruebas para observar el corazón y los vasos sanguíneos. Es posible que necesite:
- Pruebas que muestren imágenes del cerebro y los vasos sanguíneos, como una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés), un examen de imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés), una angiorresonancia magnética (MRA, por sus siglas en inglés) o una angiografía.
- Una prueba que utiliza sonido para revisar el flujo sanguíneo (ecografía Doppler).
- Un ecocardiograma para revisar la forma de su corazón y el flujo de sangre.
- Un electrocardiograma (ECG) para medir su ritmo cardíaco.
- Análisis de sangre, como un hemograma completo y un análisis de sangre en ayunas para detectar problemas que pudieran estar causando sus síntomas.
Su médico también lo examinará para ver si hay algo más que haya causado los síntomas.
¿Cómo se trata un AIT?
Su médico empezará con medicamentos para ayudarlo a prevenir un ataque cerebral. Es posible que necesite tomar varios medicamentos.
Si las pruebas muestran que los vasos sanguíneos (arterias carótidas) del cuello son demasiado estrechos, es posible que necesite un procedimiento para abrirlos. Esto puede ayudar a prevenir que los coágulos de sangre bloqueen el flujo de sangre al cerebro.
¿Cómo se puede prevenir otro AIT o un ataque cerebral?
Después de haber tenido un AIT, corre el riesgo de tener otro AIT o un ataque cerebral. Pero puede hacer algunos cambios importantes en el estilo de vida que le permitan reducir el riesgo de tener un ataque cerebral y mejorar su estado de salud general.
Trate cualquier problema de salud que tenga
- Colabore con su médico para controlar la presión arterial alta o el colesterol alto.
- Controle la diabetes. Mantenga los niveles de azúcar en la sangre dentro de los límites ideales.
- Tome aspirina o un anticoagulante si su médico se lo recomienda. Esto puede ayudar a prevenir un ataque cerebral.
- Tome los medicamentos exactamente como le fueron recetados. Llame al médico si cree que está teniendo un problema con su medicamento.
- Póngase la vacuna contra la gripe todos los años.
Adopte un estilo de vida saludable
- No fume ni permita que otros fumen cerca de usted.
- Limite el alcohol a 2 bebidas al día si es hombre y a 1 bebida al día si es mujer.
- Mantenga un peso saludable. Si tiene sobrepeso, es más probable que llegue a tener presión arterial alta, problemas cardíacos y diabetes. Estas afecciones hacen que un ataque cerebral sea más probable.
- Haga actividades que eleven su frecuencia cardíaca. Haga ejercicio por lo menos 30 minutos la mayoría de los días de la semana. Caminar es una buena opción. Se recomienda que también haga otras actividades, como correr, nadar, andar en bicicleta o jugar tenis o deportes de equipo.
- Coma alimentos saludables para el corazón. Estos incluyen frutas, verduras, alimentos ricos en fibra, pescado y alimentos con bajo contenido de sodio, grasas saturadas y grasas trans.