Cómo ayudar a su hijo a comer bien
Cómo sentar las bases para una comida agradable
Asegúrese de comer juntos en el hogar la mayor cantidad de veces posible. Un horario regular para las comidas les da a usted y a su familia una oportunidad para hablar y relajarse juntos. También les ayuda a usted y a su hijo a tener una relación positiva con los alimentos.
- Piense en la mesa familiar como en una zona libre de conflictos donde cada uno busca compartir un tiempo positivo juntos. Deje la resolución de problemas y las discusiones difíciles para otro momento y lugar.
- Deje las distracciones, como leer, los juguetes, ver televisión o atender el teléfono, para otro momento y lugar.
- Enseñe y demuestre buenos modales en la mesa y una conducta respetuosa.
Basta de luchas de poder: Cómo aprender a confiar en las elecciones de su hijo durante las comidas y los refrigerios
En el caso de que coman poco, coman en exceso o tengan problemas de peso, la mayoría de los niños corrigen esto solos cuando se elimina la lucha de poder de la hora de comer. Pero la parte más difícil para la mayoría de los padres es resistirse a orientar las elecciones de sus hijos ("Come al menos un bocado de las verduras". "Estás comiendo mucho pan". "Quiero que el plato quede limpio". "Nada de repetir el plato"). Haga un esfuerzo por evitar estos comentarios.
Si su hijo se salta ciertos alimentos, come poco o come más de lo que le gustaría:
- Contrólese. Recuerde que su hijo tiene un medidor interno del hambre que controla la cantidad que debe comer. Si usted ignora esas señales, su hijo no podrá ajustarse a ese medidor interno del hambre tan fácilmente.
- Deje que su hijo decida cuándo está satisfecho. Puede recordarles a los niños el horario programado de la próxima comida o refrigerio diciéndoles, por ejemplo: "Ahora puedes comer tanto como quieras. Comeremos el próximo refrigerio a las 4 en punto".
Espere cierta rebeldía cuando cambie el modo en que alimenta a su familia. Al principio, su hijo podría comer solo un tipo de comida, comer todo lo que ve o negarse obstinadamente a comer lo que sea. Afortunadamente, no pasa nada si su hijo elige comer demasiado o si se salta una comida de vez en cuando.
En forma gradual, los hábitos alimentarios de su hijo se equilibrarán. Notará que, en la medida en que usted ofrezca opciones nutritivas, su hijo comerá una variedad y una cantidad de comida saludable cada semana. Intente relajarse y verá que su hijo se relajará también.
Cómo ajustar su enfoque según la edad de su hijo
Alimentación de su bebéAlimentación de su bebé . Desde el nacimiento, los bebés siguen sus indicios internos de hambre y de saciedad. Comen cuando tienen hambre y dejan de comer cuando están satisfechos. Los expertos recomiendan alimentar a los recién nacidos cuando lo piden.
Alimentación de un niño pequeño/en edad preescolar. A medida que usted introduce a su hijo pequeño a alimentos nuevos, está alentando un gusto por la variedad, la textura y los sabores. Esto es importante, debido a que cuanto más aventurero se sienta su hijo en relación con los alimentos, más equilibrado y nutritivo será el consumo semanal. Recuerde que es posible que deba presentar un alimento nuevo o diferente unas cuantas veces antes de que su hijo se sienta cómodo para probarlo. Esto es normal. La mejor forma de abordarlo es ofrecer el nuevo alimento de manera relajada, sin presionar a su hijo.
Alimentación de un adolescente. Cuando su hijo entra en la adolescencia, tiene muchas más opciones de alimentos fuera del hogar. Usted sigue siendo responsable de ofrecer comidas equilibradas en el hogar. Las comidas en familia se vuelven especialmente importantes.
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Los niños tienen necesidades especiales de vitaminas y minerales. Por ejemplo:
- Los bebés necesitan una fuente de hierro. La Academia Americana de Pediatría recomienda que se complemente con hierro la alimentación de los bebés que son amamantados a partir de los 4 meses de edad para bebés nacidos a término y para 1 mes de edad en el caso de bebés prematuros. Use fórmula fortificada con hierro (para los bebés alimentados con fórmula). Y cuando empiece a darle a su bebé alimentos sólidos, incluya cereales para bebés con alto contenido de hierro y/o comidas con carne para bebés. Los bebés pueden necesitar un suplemento diario de vitamina Dvitamina D. Hable con su médico acerca de cuántas y qué fuentes de vitamina D son adecuadas para su hijo.
- Los niños de 6 meses a 16 años pueden necesitar un suplemento de fluorurofluoruro. Las cantidades normales de fluoruro agregadas al suministro público de agua y al agua embotellada son seguras para niños y adultos. Si su hijo necesita fluoruro adicional, su dentista puede recomendarle suplementos. Use estos suplementos solamente según las indicaciones. Y manténgalos lejos del alcance de los niños. Demasiado fluoruro puede ser tóxico y puede manchar los dientes de un niño.
- Las niñas de 9 a 18 años necesitan más calcio y es posible que no obtengan suficiente calcioobtengan suficiente calcio de los alimentos que comen.
Cómo obtener ayuda para los hábitos alimentarios de su hijo
Si le preocupan los hábitos alimentarios de su hijo, puede llamar a su médico de familia para que le ayude. Su médico puede recomendarle que tome ciertas acciones o recomendarle a alguien especializado, como, por ejemplo:
- Dietistas registrados, que enseñan a las personas acerca de la nutrición o diseñan dietas para fomentar la salud. También pueden especializarse en asesoramiento para ayudar a tratar problemas relacionados con la comida, incluyendo trastornos de la alimentacióntrastornos de la alimentación.
- Pediatras de atención de salud primaria, que podrían tener capacitación especial y experiencia en la atención de niños que tienen problemas de alimentación.
- Terapeutas o consejeros, que pueden ayudar a su familia a sobrellevar trastornos de la alimentación y luchas de poder sobre la alimentación.
- Psiquiatras, que pueden ofrecer asesoría psicológica y medicamentos.
- Gastroenterólogos pediátricos, que pueden descartar o tratar afecciones del aparato digestivo, que podrían causar un problema de alimentación.
- Endocrinólogos pediátricos, que pueden descartar o tratar problemas hormonales que pueden derivar en problemas de peso.
Llame a su médico si:
- Su hijo tiene un cambio importante en el apetito o en el peso. Esto podría incluir comer demasiado o muy poco, o aumentar o bajar de peso.
- Los problemas de alimentación han convertido las comidas en familia en un campo de batalla.
- Sospecha que su hijo podría tener un trastorno de la alimentación, por ejemplo, anorexiaanorexia o bulimiabulimia.