Este tema le explicará sobre las pruebas de detección temprana, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer colorrectal. Si desea saber sobre el cáncer colorrectal que ha regresado o se ha propagado, vea el tema
El cáncer colorrectal significa que le están creciendo células que no son normales en el
Este cáncer también se llama cáncer de colon o cáncer rectal, según dónde se encuentre el cáncer. Es el tercer cáncer más común en los Estados Unidos. Y se presenta con más frecuencia en personas mayores de 50 años.
Se desconoce la causa exacta del cáncer colorrectal. La mayoría de los casos comienzan como crecimientos pequeños, o pólipos, dentro del colon o del recto.
Los
El cáncer colorrectal no suele causar síntomas hasta después de que haya comenzado a extenderse. Consulte a su médico si tiene alguno de estos síntomas:
Si su médico piensa que usted puede tener este cáncer, necesitará una prueba llamada
Algunas veces, se utiliza otra prueba, como una
El cáncer colorrectal suele tratarse con cirugía,
Las pruebas de detección pueden descubrir o prevenir muchos casos de cáncer de colon y rectal. Buscan una enfermedad o afección determinada antes de que aparezca cualquier síntoma. Algunos especialistas dicen que los adultos deberían comenzar a hacerse pruebas de detección regulares a los 50 años de edad y dejar de hacérselas a los 75 años. Otros dicen que hay que comenzar antes de los 50 años o continuar después de los 75 años de edad. Hable con su médico acerca de su riesgo y de cuándo comenzar y dejar de hacerse pruebas de detección. Su médico podría recomendar que se haga pruebas más a menudo o a una edad más temprana si tiene un riesgo más alto.
Las pruebas de detección incluyen pruebas fecales, como FIT, que pueden hacerse en el hogar y procedimientos, como la colonoscopia, que se hacen en el consultorio de su médico o una clínica.
Las Herramientas de salud le permiten tomar decisiones acertadas sobre salud o tomar medidas para mejorar su salud.
La mayoría de los casos comienzan como
Algunas personas tienen antecedentes médicos o familiares que pueden aumentar su riesgo de cáncer colorrectal. Debido a sus antecedentes, podrían tener una probabilidad más alta de que les crezcan pólipos que pudieran convertirse en cáncer colorrectal.
El cáncer colorrectal en sus etapas tempranas no suele causar ningún síntoma. Los síntomas aparecen posteriormente, cuando el cáncer puede ser más difícil de tratar. Los síntomas más comunes incluyen:
El cáncer es el crecimiento de células anormales en el cuerpo. Estas células adicionales crecen, se agrupan y forman masas, llamadas tumores. En el cáncer colorrectal, estos crecimientos suelen comenzar como pólipos en el
Por lo general, los cánceres en el colon o en el recto crecen muy lentamente. La mayoría tardan años en ser lo suficientemente grandes como para causar síntomas. Si se deja que el cáncer crezca, con el tiempo invadirá y destruirá los tejidos cercanos y luego se propagará más allá de ellos. El cáncer colorrectal se extiende primero a los
El resultado a largo plazo, o pronóstico, del cáncer colorrectal depende de cuánto haya crecido y se haya propagado el cáncer. Los especialistas hablan sobre el pronóstico en términos de "tasas de supervivencia a 5 años". Esto significa el porcentaje de personas que todavía estarán vivas por 5 años o más tiempo después de que se haya detectado el cáncer. Es importante recordar que estos son solo promedios. El caso de cada persona es diferente. Y estas cifras no necesariamente indican lo que le pasará a usted. La tasa estimada de supervivencia a 5 años para el cáncer colorrectal es:
Estas cifras están tomadas de informes que se hicieron entre 2007 y 2013, antes de que tratamientos más recientes estuvieran disponibles. Así que las posibilidades reales de su supervivencia probablemente sean superiores a estas cifras.
Un factor de riesgo para el cáncer colorrectal es algo que incrementa su probabilidad de tener este cáncer. El tener uno o más de estos factores de riesgo puede hacer que sea más probable que usted tenga cáncer colorrectal. Pero no quiere decir que definitivamente lo vaya a tener. Y muchas personas que padecen cáncer colorrectal no tienen ninguno de estos factores de riesgo.
Hay medidas con respecto a su estilo de vida que puede tomar para reducir algunos de los factores de riesgo de cáncer colorrectal. Estas medidas incluyen:
Su edad
Envejecer es un factor de riesgo de cáncer colorrectal.
Su raza y su origen étnico
Las personas afroamericanas corren un riesgo más alto de tener cáncer colorrectal (y morir de este) que las personas de otras razas. Y los judíos asquenazíes (personas judías cuyos ancestros provienen de Europa del Este) que han heredado ciertos genes también corren un riesgo más alto de tener cáncer colorrectal.
Sus antecedentes familiares de salud
Usted tiene mayores probabilidades de padecer cáncer colorrectal si uno de sus padres, de sus hermanos, de sus hermanas o de sus hijos ha tenido la enfermedad. Su riesgo es más alto si este familiar tuvo cáncer colorrectal a una edad inferior a los 45 años, o si más de un familiar tuvo la enfermedad.
Algunos cambios genéticos aumentan la probabilidad de tener cáncer colorrectal. Estos cambios son
Sus antecedentes de salud
Sus probabilidades de tener cáncer colorrectal son mayores si ha tenido:
Llame a su médico si tiene alguno de los síntomas del cáncer colorrectal, como:
Dado que el cáncer colorrectal no suele causar ningún síntoma, hable con su médico acerca de pruebas de detección. Las pruebas de detección ayudan a los médicos a detectar una determinada enfermedad o afección antes de que aparezcan los síntomas.
Los profesionales de la salud que pueden evaluar sus síntomas de cáncer colorrectal incluyen:
Si su médico cree que usted puede tener cáncer colorrectal, es posible que le recomiende consultar a un cirujano general o a un coloproctólogo. El cáncer colorrectal es tratado por cirujanos,
Si su médico cree que usted podría tener cáncer colorrectal, le hará preguntas acerca de sus antecedentes de salud y le hará un examen físico. Otras pruebas pueden incluir:
Para las personas que tienen un riesgo mayor de cáncer colorrectal, la prueba de detección recomendada es la colonoscopia regular. Le permite a su médico extirpar los pólipos (polipectomía) y tomar muestras de tejido al mismo tiempo.
Cuando se le diagnostica cáncer colorrectal, su médico puede indicar que se haga otras pruebas para ver si el cáncer se ha propagado. Estas pruebas incluyen:
Las
Su riesgo de cáncer colorrectal aumenta a medida que envejece. Algunos especialistas dicen que los adultos deberían comenzar a hacerse pruebas de detección regulares a los 50 años de edad y dejar de hacérselas a los 75 años. Otros dicen que hay que comenzar antes de los 50 años o continuar después de los 75 años de edad. Hable con su médico acerca de su riesgo y de cuándo comenzar y dejar de hacerse pruebas de detección.
Usted y su médico colaborarán para decidir cuál debe ser su tratamiento. Usted considerará sus propias preferencias y su estado de salud general. Pero la
La cirugía es casi siempre el método usado para extraer el cáncer colorrectal. En ocasiones, puede realizarse una operación sencilla durante una colonoscopia o una sigmoidoscopia para extraer pólipos pequeños y una pequeña cantidad de tejido alrededor de ellos. Pero, en la mayoría de los casos, se requiere una operación mayor para extirpar el cáncer y parte del colon o del recto de alrededor. Si el cáncer se ha propagado a otra parte del cuerpo, como al hígado, es posible que necesite una operación de mayor alcance.
La
La
Los cánceres que no se han propagado más allá del colon o del recto pueden requerir solo cirugía. Si el cáncer se ha propagado, es posible que necesite radioterapia, quimioterapia o ambas.
La cirugía, la quimioterapia y la radiación pueden tener graves efectos secundarios. Pero su equipo médico le ayudará a manejar los efectos secundarios de su tratamiento. Esto puede incluir analgésicos (medicamentos para el dolor) después de la cirugía o medicamentos para controlar las náuseas y los vómitos si le administran quimioterapia.
Hable con su médico y su equipo médico acerca de los efectos secundarios que tiene. Algunos efectos secundarios, como dolor u hormigueo en las manos o los pies que empeora (neuropatía periférica), pueden ser una señal de que deben cambiarse sus medicamentos.
Para obtener consejos de cómo manejar los efectos secundarios en el hogar, vea Tratamiento en el hogar.
Después de haber tenido cáncer colorrectal, sus probabilidades de volver a tenerlo aumentan. Es importante que siga consultando a su médico y se realice pruebas en forma regular, a fin de ayudar a detectar nuevos pólipos o una recurrencia del cáncer en forma temprana. Después de su tratamiento, será necesario que un médico de familia, un profesional de atención primaria, un oncólogo clínico, un oncólogo radiólogo o un cirujano, según sea su caso, le realicen chequeos regulares.
El cáncer colorrectal reaparece en aproximadamente la mitad de las personas que tienen una operación para extirpar el cáncer.
Enterarse de que tiene cáncer puede cambiar su vida. Quizás sienta que su mundo se ha dado vuelta y ha perdido todo el control. Hablar con familiares, amigos o un consejero puede ayudar mucho. Pregúntele a su médico sobre grupos de apoyo. O llame a la Sociedad Americana contra el Cáncer (American Cancer Society) (1-800-227-2345) o visite su sitio web en www.cancer.org.
Para saber más sobre el cáncer de colon y de recto, vaya al sitio web del Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) en www.cancer.gov/cancertopics/types/colon-and-rectal.
Las pruebas de detección buscan una determinada enfermedad o afección antes de que aparezcan los síntomas. Su riesgo de cáncer colorrectal aumenta a medida que envejece. Algunos especialistas dicen que los adultos deberían comenzar a hacerse pruebas de detección regulares a los 50 años de edad y dejar de hacérselas a los 75 años. Otros dicen que hay que comenzar antes de los 50 años o continuar después de los 75 años de edad. Hable con su médico acerca de su riesgo y de cuándo comenzar y dejar de hacerse pruebas de detección.
Es posible que su médico le recomiende que se haga pruebas antes y con más frecuencia si usted tiene un riesgo más alto de cáncer colorrectal.
Para obtener más información, vea:
Si tiene
Durante los tratamientos para el cáncer colorrectal, usted puede hacer cosas en casa para ayudar a manejar los efectos secundarios y los síntomas. Si su médico le ha dado instrucciones o medicamentos para tratar estos problemas, asegúrese de usarlos también.
En general, los hábitos saludables, como alimentarse en forma equilibrada, dormir lo suficiente y hacer suficiente ejercicio pueden ayudar a controlar sus síntomas.
Puede probar tratamientos en el hogar:
Otros problemas que pueden tratarse en casa incluyen:
Tener cáncer puede ser muy estresante. Encontrar nuevas formas de sobrellevar el estrés puede mejorar su calidad de vida.
Estas ideas pueden ayudar:
Sus sentimientos acerca de su cuerpo pueden cambiar después del tratamiento.
Tener cáncer puede cambiar su vida de muchas maneras. Como ayuda en el manejo de estos cambios, vea el tema Cómo conseguir apoyo cuando tiene cáncer.
Para obtener más información sobre cómo vivir con cáncer, lea "Tómese su tiempo: Apoyo para las personas con cáncer" del Instituto Nacional del Cáncer. Este folleto está disponible en línea en www.cancer.gov/espanol/publicaciones/educacion-para-pacientes/tomese-su-tiempo.
La quimioterapia es el uso de medicamentos para controlar el crecimiento del cáncer o para aliviar sus síntomas. A menudo, los medicamentos se administran a través de una aguja en la vena. Los vasos sanguíneos transportan los medicamentos por el cuerpo. A veces, los medicamentos están disponibles en forma de pastillas. Y, a veces, se administran como una inyección.
Se usan varios medicamentos para tratar el cáncer colorrectal. También hay varios medicamentos disponibles para tratar los efectos secundarios.
Una combinación de medicamentos suele dar mejores resultados que solo un medicamento para tratar el cáncer colorrectal. Los medicamentos más comúnmente usados son:
La caída de cabello puede ser un efecto secundario común con varios tipos de quimioterapia. Pero la caída del cabello generalmente no es un efecto secundario de estos fármacos.
Es posible que su médico le recete medicamentos que pueden ayudar a aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia. Estos efectos secundarios pueden incluir llagas en la boca, diarrea, náuseas y vómitos. Es posible que su médico le recete medicamentos para controlar las náuseas y el vómito.
También hay medidas que puede tomar en el hogar para manejar los efectos secundarios. Vea Tratamiento en el hogar para obtener más información.
La quimioterapia y la
La cirugía para extraer el cáncer es, casi siempre, el tratamiento principal para el cáncer colorrectal. El tipo de cirugía depende del tamaño y de la ubicación del cáncer.
Los efectos secundarios son comunes después de la cirugía. Es posible que pueda reducir la gravedad de sus efectos secundarios en el hogar. Vea Tratamiento en el hogar para obtener más información.
Su médico le puede sugerir radioterapia o quimioterapia, si piensa que el cáncer puede reaparecer (recurrir). Si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos, es posible que necesite quimioterapia después de la cirugía. O si su cirugía demuestra que el cáncer se ha diseminado fuera del colon o del recto, es posible que necesite radioterapia.
En ocasiones, después de una resección intestinal, los dos extremos del colon o del recto no pueden volver a coserse. Cuando esto sucede, se lleva a cabo una
La
La radiación puede administrarse:
En comparación con la cirugía sola, la radiación administrada antes de la cirugía puede reducir el riesgo de que el cáncer del recto regrese, y puede ayudarle a vivir más tiempo.
A veces, la gente usa
Los tratamientos de cuerpo y mente como los mencionados anteriormente pueden ayudarle a sentirse mejor. Pueden hacer más fácil sobrellevar los tratamientos contra el cáncer. También pueden reducir el dolor crónico en la parte baja de la espalda, el dolor articular, los dolores de cabeza y el dolor de los tratamientos.
Antes de probar una terapia complementaria, hable con su médico acerca del valor y de los efectos secundarios que esta puede tener. Infórmele si ya está usando alguna de esas terapias. Las terapias complementarias no deben entenderse como una alternativa al tratamiento médico estándar. Pero pueden mejorar su calidad de vida y ayudarle a enfrentar el estrés y los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
Quizá le interese participar en estudios de investigación, que se llaman
Citas bibliográficas
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