Conceptos básicos de la afección
¿Qué es la enterocolitis necrosante?
Enterocolitis necrosante es la infección e inflamación del intestino. Es más común en bebés que nacen antes de tiempo (prematuros). Muchos recién nacidos que lo tienen pasan a vivir vidas saludables. Pero si la infección se vuelve grave, puede causar daños graves en el intestino, que pueden ser mortales. Algunos niños pueden tener problemas continuos con la digestión, el crecimiento o el desarrollo.
Esta afección generalmente ocurre dentro de las primeras dos semanas después del nacimiento. Pero puede ocurrir hasta 3 meses después del nacimiento.
¿Cuál es la causa?
Los médicos no están seguros de cuál es la causa de esta afección. Puede producirse cuando los sistemas inmunitario y digestivo no se desarrollan de forma adecuada. Esto puede ocurrir cuando un bebé nace antes de tiempo o cuando hay problemas durante el embarazo o el parto.
La enterocolitis necrosante es menos frecuente en los bebés alimentados con leche materna.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas dependen de la gravedad del problema. Estos pueden incluir:
- Un abdomen hinchado, sensible, rojo o brillante.
- Estreñimiento.
- Excremento oscuro, negro o con sangre.
- Temperatura corporal baja o inestable.
- Escalofríos y fiebre.
- Latidos del corazón y respiración rápidos.
- No querer comer.
- Vómitos.
- Ser menos activo o tener poca energía.
¿Cómo se diagnostica?
El médico examinará a su bebé. El médico puede hacer pruebas, tales como:
- Una radiografía del abdomen de su bebé recién nacido.
- Una ecografía del abdomen.
- Una prueba para detectar sangre en las heces de su bebé (prueba de sangre oculta en heces).
- Análisis para detectar bacterias en las heces, la sangre, la orina o el líquido cefalorraquídeo.
¿Cómo se trata la enterocolitis necrosante?
Su bebé será tratado en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) de un hospital. El tratamiento suele durar de varios días a unas dos semanas. El tratamiento incluye alimentación intravenosa (I.V.), antibióticos y una sonda que va de la nariz al estómago para eliminar líquidos y gases del intestino.
Si su bebé no mejora con el tratamiento o se le abre un agujero en el intestino, es posible que necesite cirugía. La cirugía suele implicar someterse a dos procedimientos con semanas o meses de diferencia. La primera cirugía extirpa partes dañadas del intestino y puede crear una colostomía o ileostomía para que el intestino pueda sanar. (Con una ostomía, las heces salen del cuerpo a través de una abertura en el abdomen y se acumulan en una bolsa). Normalmente se realizará una segunda cirugía para cerrar la ostomía de modo que las heces puedan volver a pasar por el cuerpo con normalidad.
Después del tratamiento, su bebé estará listo para abandonar el hospital cuando coma bien y no pierda peso. El personal de enfermería puede enseñarle cómo alimentar y cuidar a su bebé en casa.
Es normal sentirse abrumado cuando su bebé tiene problemas de salud. Puede ser estresante ver a un pequeño recién nacido recibir tratamiento médico. Es posible que sienta frustración si no puede sostener a su bebé con la frecuencia que desea o si no puede amamantarlo. Tal vez sea útil hablar sobre sus sentimientos e inquietudes con un trabajador social o un consejero. Asegúrese de preguntarles a los médicos de su bebé cualquier cosa que no entienda.
¿Cómo se puede prevenir?
Alimentar al bebé con leche materna puede ayudar a prevenir la enterocolitis.