Generalidades
¿Qué es un espasmo esofágico?
Normalmente, las contracciones del esófago (el conducto que conecta la boca y el estómago) hacen que los alimentos se muevan desde la boca hasta el estómago a un ritmo regular y coordinado.
El espasmo esofágico implica que las contracciones del esófago son irregulares, descoordinadas y a veces fuertes. Esta afección puede llamarse espasmo esofágico difuso (DES, por sus siglas en inglés). Estos espasmos pueden impedir que los alimentos lleguen al estómago. Cuando esto sucede, la comida se atasca en el esófago.
A veces, la compresión baja por el esófago de manera coordinada, pero es muy fuerte. A esto se le puede llamar esófago en cascanueces. Estas contracciones mueven los alimentos a través del esófago, pero pueden causar un fuerte dolor.
El espasmo esofágico no es común. A menudo, los síntomas que pueden sugerir espasmo esofágico son el resultado de otra afección, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD, por sus siglas en inglés) o la acalasia. La acalasia es un problema del sistema nervioso en el que los músculos del esófago y del esfínter esofágico inferior (LES, por sus siglas en inglés) no funcionan correctamente. La ansiedad o los ataques de pánico también pueden provocar síntomas similares.
¿Qué causa el espasmo esofágico?
Se desconoce la causa del espasmo esofágico. Muchos médicos opinan que es el resultado de una interrupción de la actividad nerviosa que coordina la acción de deglución (tragar) del esófago. En algunas personas, los alimentos muy calientes o muy fríos pueden desencadenarlo.
¿Cuáles son los síntomas?
La mayoría de las personas que tienen esta afección tienen dolor en el pecho que puede extenderse hacia afuera a los brazos, la espalda, el cuello o la mandíbula. Este dolor puede sentirse similar a un ataque al corazón. Si usted tiene dolor en el pecho, debe ser evaluado por un médico tan pronto como sea posible para descartar o tratar la enfermedad cardíaca.
Otros síntomas incluyen dificultad o incapacidad para tragar alimentos o líquidos, dolor al tragar, sensación de que la comida se queda atrapada en el centro del pecho y una sensación de ardor en el pecho (acidez estomacal).
¿Cómo se diagnostica el espasmo esofágico?
Con frecuencia, su médico puede determinar la causa del espasmo esofágico basándose en sus antecedentes médicos haciéndole una serie de preguntas. Estas incluyen preguntas acerca de qué alimentos o líquidos provocan los síntomas, dónde siente usted que la comida se atasca, otros síntomas o afecciones que pueda tener y si está tomando medicamentos para ellos.
El diagnóstico puede confirmarse por medio de pruebas, incluidas pruebas de esófago (como la manometría esofágica) o una esofagografía. La manometría esofágica utiliza un pequeño tubo adherido a instrumentos (transductores) que miden la presión. La esofagografía se realiza mediante radiografías.
Pueden hacerse otras pruebas para averiguar si el dolor de pecho puede estar causado por enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD, por sus siglas en inglés), reflujo anormal de los alimentos, ácido estomacal y otros jugos digestivos desde el estómago hacia el esófago.
¿Cómo se trata?
El tratamiento para el espasmo esofágico incluye tratar otras afecciones que pueden empeorar los espasmos esofágicos, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD). La GERD suele tratarse con cambios de alimentación y de estilo de vida así como medicamentos para reducir la cantidad de ácido estomacal.
Otros tratamientos para el espasmo esofágico pueden incluir:
- Cambiar los alimentos que come. Es posible que su médico le diga que consuma ciertos alimentos y líquidos para hacer que tragar sea más fácil.
- Dilatación. Para este tratamiento, se introduce un dispositivo por el esófago para expandir cuidadosamente cualquier zona estrecha del esófago. Quizá necesite hacerse este tratamiento más de una vez.
- Cirugía. En ocasiones, la cirugía también se utiliza en personas que tienen un problema que afecta el músculo esofágico inferior (acalasia).
- Medicamentos. Si no puede someterse a dilatación o cirugía, su médico puede sugerirle medicamentos, como la toxina botulínica, para relajar los músculos del esófago.