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Esta información es producida y suministrada por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés). La información en este tema puede haber cambiado desde que se escribió. Para la información más actual, comuníquese con el Instituto Nacional del Cáncer a través del Internet en la página web http://cancer.gov o llame al 1-800-4-CANCER.
La fatiga relacionada con el cáncer (FRC) es la sensación molesta, persistente y subjetiva de cansancio o agotamiento físico, emocional y cognitivo que se relaciona con el cáncer o el tratamiento del cáncer. Este cansancio no está relacionado con la actividad física reciente; además, interfiere con el funcionamiento habitual.[
La fatiga relacionada con el tratamiento del cáncer es un síntoma que se notifica con frecuencia, el 80 % de los pacientes informan sentirlo durante la quimioterapia o la radioterapia.[
La fatiga que se siente como un efecto secundario del tratamiento del cáncer, es diferente a la que siente una persona sana en su vida diaria. La fatiga saludable se describe con frecuencia como una fatiga aguda que se alivia mediante el sueño y el descanso; la fatiga relacionada con el tratamiento contra el cáncer se caracteriza como fatiga crónica porque dura períodos largos, interfiere con el funcionamiento y no se alivia por completo al dormir o descansar.[
La fatiga, como el dolor, es un estado de autopercepción y un resultado comunicado por el paciente. Es posible que los pacientes describan la fatiga al expresar que se sienten de la siguientes maneras:[
Los profesionales de atención de la salud incluyen la fatiga en conceptos como los siguientes:
Se ha intentado definir la evolución específica de la fatiga en estudios de mujeres con cáncer de mama. Por ejemplo, algunas pacientes sienten un grado alto de fatiga durante el tratamiento y la recuperación mientras que otras empeoran a lo largo del tratamiento. Los tipos propuestos de fatiga según su evolución clínica son los siguientes:[
La investigación de la fatiga en personas con cáncer, ha incluido ante todo autonotificaciones sobre fatiga, y cada vez hay más datos que exploran las correlaciones biológicas o fisiológicas. Estas correlaciones abarcan medidas de la debilidad muscular, absorción máxima de oxígeno, citocinas, cortisol y biomarcadores genéticos.[
La fatiga tiene un efecto negativo en todos los aspectos del funcionamiento, como en los siguientes:[
Las características de la fatiga relacionada con el tratamiento del cáncer varían según el tipo y la programación del tratamiento. Por ejemplo, las personas que reciben un régimen quimioterapéutico cíclico, por lo general exhiben el grado máximo de fatiga en los días posteriores al tratamiento, seguidos por grados más bajos de fatiga hasta el siguiente ciclo de tratamiento. Sin embargo, aquellos que reciben radioterapia de haz externo, informan fatiga que aumenta de manera gradual durante el curso del tratamiento del campo de tratamiento mayor. En pocos estudios de personas que reciben tratamiento para el cáncer, se ha abordado el tema de la fatiga como consecuencia del malestar emocional que produce someterse a una evaluación diagnóstica del cáncer y los efectos de los procedimientos médicos y quirúrgicos que se utilizan para la evaluación y el tratamiento inicial. Debido a que la mayoría de los adultos entran al sistema de atención oncológica después de al menos un procedimiento quirúrgico, y debido a que la cirugía y el malestar emocional están relacionados con la fatiga, es probable que la mayoría de las personas ya presenten fatiga en el momento que inician el tratamiento no quirúrgico.[
El tratamiento de la fatiga se enfoca en identificar y atender los posibles factores que contribuyen a esta. La mayoría de las recomendaciones clínicas para el tratamiento de la fatiga ocasionada por otros factores diferentes a los de la anemia inducida por la quimioterapia dependen de una formulación cuidadosa de una hipótesis clínica, según se describe en las guías sobre la fatiga de la National Comprehensive Cancer Network (NCCN).[
Para obtener más información, consultar la sección Intervenciones.
Aunque se ha logrado un avance considerable, se necesita de más investigación para definir mejor la fatiga y su evolución, entender su fisiología y determinar las mejores formas de prevenirla y tratarla.
En este resumen, a menos que se indique lo contrario, se tratan temas relacionados con la evidencia científica y las prácticas referidas a los adultos. La evidencia y la aplicación a la práctica referida a los niños a veces difieren bastante de la información pertinente a los adultos. Cuando la información específica sobre la atención de los niños esté disponible, se resumirá bajo su propio encabezado.
Referencias:
Salvo en la anemia inducida por la quimioterapia, se desconoce el mecanismo responsable de la fatiga en las personas con cáncer. Entender las causas de la fatiga en los pacientes con cáncer es un reto, en especial porque cada persona presenta múltiples causas posibles de la fatiga de manera simultánea. Se han propuesto múltiples factores etiológicos subyacentes diferentes al tipo de cáncer y el tratamiento, como el sufrimiento psicológico, las demandas del diario vivir, los trastornos del sueño, los cambios neurofisiológicos, las alteraciones del ritmo circadiano, las afecciones cardíacas, los cambios neuroinmunitarios y las variaciones genéticas.[
Hay evidencia en aumento, en particular de mujeres con cáncer de mama y hombres con cáncer de próstata, que señala que la fatiga se relaciona con marcadores que indican un aumento en la actividad inflamatoria inmunitaria. Cuando las personas con fatiga y antecedentes de cáncer de mama se les compara con sobrevivientes de cáncer de mama sin fatiga, surgen características diferentes con respecto a los antagonistas del receptor de la interleucina 6 y de la interleucina 1, la proteína C-reactiva, la neopterina y el receptor II del factor de necrosis tumoral soluble.[
Otros estudios muestran un cambio en la regulación del cortisol por el eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal. En un estudio clave se sometió a sobrevivientes de cáncer de mama con fatiga o sin esta, a una serie de pruebas de estrés en el entorno controlado de un laboratorio. Los sobrevivientes sin fatiga presentaron un aumento significativo del cortisol en respuesta al estrés agudo, mientras que los sobrevivientes con fatiga presentaron una respuesta atenuada.[
Por último, otra teoría es que la exposición crónica a citocinas proinflamatorias tiene un efecto negativo en las concentraciones de serotonina. Una hipótesis es que las concentraciones de serotonina en el sistema nervioso central y la fatiga tienen una relación en forma de herradura, lo que indica que las concentraciones de serotonina, muy altas y muy bajas, quizás estén vinculadas con la fatiga relacionada con el cáncer.[
Referencias:
Aunque está claro que la fatiga es frecuente entre los pacientes con cáncer, resulta difícil identificar correlaciones uniformes en esta población. Los factores que influyen con mayor frecuencia son los siguientes:[
La fatiga también se ha identificado como un síntoma que se presenta junto con otros síntomas relacionados con el cáncer, por ejemplo, síntomas conjuntos de dolor y fatiga y síntomas conjuntos de cognición y fatiga. Para obtener información en inglés, consultar Symptom Clusters in Cancer.
Tratamiento del cáncer
La relación entre la fatiga y las principales modalidades terapéuticas de cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia endocrina y terapia modificadora de la respuesta biológica para tratar el cáncer originó especulaciones sobre la fatiga como resultado del deterioro tisular o la acumulación de los residuos de la muerte celular. El interés sobre los efectos del tratamiento contra el cáncer en la producción de citocinas proinflamatorias se basa en el reconocimiento de los fuertes efectos que inducen a la fatiga de algunos modificadores de la respuesta biológica, como el interferón α y el hallazgo de concentraciones elevadas de citocinas proinflamatorias en las personas que presentan fatiga persistente después de un tratamiento contra el cáncer.[
Muchas personas con cáncer se someten a cirugía ya sea con fines diagnósticos o terapéuticos. A pesar de la alta incidencia de fatiga posoperatoria de los pacientes que se observa en la práctica clínica, existen pocas investigaciones que examinen las causas y correlaciones. Resulta claro, sin embargo, que la fatiga es un problema posquirúrgico que mejora con el tiempo y se acentúa con la fatiga que se siente a causa de otros tratamientos contra el cáncer.[
Desde hace tiempo la fatiga se relaciona con la exposición a la radiación y se informa que es el efecto secundario más común, que limita la capacidad de acción, de la radioterapia para el cáncer.[
La fatiga aumenta durante la radioterapia, llegando a un punto máximo hacia la mitad del curso y se mantiene en este grado hasta el final. Después de 2 meses del tratamiento mejora un poco. En un estudio en el que se investigó la evolución de la fatiga en hombres (n = 82) sometidos a radioterapia contra el cáncer de próstata, se encontró una variabilidad interindividual significativa.[
En un segundo estudio en el que participaron 73 mujeres que recibieron radioterapia adyuvante para el cáncer de mama, se encontró diferencias similares en las características y los factores predictivos de la fatiga matutina versus la vespertina.[
La fatiga matutina fue superior en las personas con las siguientes características:
Las enfermedades avanzadas y las comorbilidades también contribuyeron a la gravedad de la fatiga matutina.[
En varios estudios de investigación, se documenta la presencia de un síndrome de fatiga que no es específico al tipo de enfermedad ni al sitio de radiación, en el que se presenta una reducción gradual de la fatiga del paciente una vez que termina el tratamiento.[
La fatiga es un efecto tóxico que limita la dosis del tratamiento con una variedad de fármacos bioterapéuticos. La bioterapia expone a los pacientes con cáncer a citocinas exógenas y endógenas.[
La fatiga mental y el déficit cognitivo también se identificaron como efectos secundarios de la bioterapia. El tipo de fármaco bioterapéutico que se usa quizás influya en el tipo de fatiga que se sienta y las características de esta.[
El tratamiento quimioterapéutico pronostica fatiga y esta se exacerba ante la presencia simultánea de dolor, depresión o ansiedad.[
En un estudio longitudinal descriptivo de 78 mujeres con cáncer ginecológico, se evaluó los cambios diarios e intradiarios, así como las interrelaciones entre la fatiga, la depresión, la alteración del sueño y la actividad, antes y después de cada quimioterapia individual, por 3 tratamientos. Se notificaron cambios importantes en los síntomas a lo largo del tiempo. Antes de las infusiones, la fatiga se relacionó con la depresión, después de las infusiones, se observó una relación importante entre la fatiga y el aumento de la depresión y las irregularidades del sueño y la vigilia (aumento de los minutos de vigilia durante la noche y reducción de la actividad durante el día y los periodos de sueño y vigilia).[
Los inhibidores de la aromatasa (la terapia endocrina adyuvante de primera línea recomendada para mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama positivo para receptores hormonales) se vinculó a la fatiga relacionada con el cáncer (FRC). En un estudio con sobrevivientes de cáncer de mama en estadio 0 a III que recibieron tratamiento adyuvante con un inhibidor de la aromatasa en una clínica ambulatoria de atención para el cáncer de mama, 616 (55,8 %) participantes de 1103 presentaron FRC de moderada a grave.[
El tratamiento con inhibidores de puntos de control se ha relacionado con fatiga de trascendencia clínica. En las revisiones de los datos de los desenlaces, se observó que la fatiga es el efecto adverso más común de los fármacos que actúan en el ligando 1 de muerte programada (PD-L1) y la proteína de muerte programada (PD-1). En los primeros estudios de fase I de nivolumab, del 16 % al 24 % de los pacientes presentaron fatiga relacionada con el tratamiento y del 1 % al 2 % presentaron grados de gravedad 3 o 4. En los estudios de puntos de control en monoterapia, se informó una incidencia del 16 % al 37 % con fármacos anti–PD-1, y del 12 % al 24 % con fármacos anti–PD-L1. En los estudios clínicos donde se combinaron los fármacos anti–PD-1 y anti–PD-L1 con otros inhibidores de puntos de control, se informó tasas de fatiga aún más altas, en hasta un 71 % de pacientes. Se desconoce el mecanismo específico mediante el cual los inhibidores de puntos de control producen fatiga; sin embargo, cuando se presentan síntomas de fatiga durante el tratamiento, los médicos deben estar atentos para evaluar la presencia de síntomas tempranos de disfunción endocrina, como hipotiroidismo.[
Anemia
La evidencia indica que tal vez la anemia sea un factor importante en la FRC y la calidad de vida de los pacientes con cáncer.[
Se llevó a cabo una revisión retrospectiva con el fin de entender la anemia en los pacientes que reciben radioterapia. En un principio, se encontró anemia en el 48 % de los pacientes y después aumentó al 57 % durante el tratamiento. La anemia fue más común en las mujeres que en los hombres (64 vs. 51 %); sin embargo, los hombres con cáncer de próstata fueron quienes tuvieron el mayor aumento de anemia durante la radioterapia.[
Factores nutricionales
A menudo, la fatiga se presenta cuando las necesidades calóricas del cuerpo exceden el abastecimiento de calorías. En las personas con cáncer, es posible que los siguientes 3 mecanismos principales estén relacionados:
Las causas de las alteraciones nutricionales se enumeran en el Cuadro 1.
Mecanismos | Causas |
---|---|
Alteración de la capacidad para procesar nutrientes | Trastorno metabólico de glucosa, lípidos y proteínas |
Mayores necesidades calóricas | Consumo y competencia del tumor por estos nutrientes |
Estado hipermetabólico debido al crecimiento tumoral | |
Infección o fiebre | |
Disnea | |
Reducción de la ingesta de calorías | Anorexia |
Náuseas o vómitos | |
Diarrea | |
Obstrucción intestinal |
En un ensayo aleatorizado controlado en el que se comparó una alimentación hiperproteica de origen vegetal y la alimentación habitual en 103 pacientes con cáncer de mama recién diagnosticado que recibían quimioterapia adyuvante.[
Factores psicológicos
Hay numerosos factores relacionados con el estado de ánimo, las creencias, las actitudes y las reacciones a los factores estresantes de las personas con cáncer que también a veces contribuyen a la fatiga. La ansiedad y la depresión son los trastornos psiquiátricos simultáneos más comunes en la FRC.[
Es posible que la depresión sea un síndrome simultáneo e incapacitante, que afecta del 15 % al 25 % de las personas con cáncer.[
La ansiedad y el temor relacionado con el diagnóstico de cáncer y el efecto de ese diagnóstico en el bienestar físico, psicosocial y económico de una persona, originan estrés emocional. La aflicción relacionada solo con el diagnóstico del cáncer tal vez sea suficiente para desencadenar fatiga. En un estudio con 74 pacientes de cáncer de mama en estadio temprano, sin antecedentes médicos de trastornos afectivos, se evaluaron varios síntomas relacionados con la adaptación, aproximadamente 2 semanas después del diagnóstico. En cerca del 45 % de los participantes se observó grados de fatiga altos o moderados. Un 60 % de los pacientes informó una posible fatiga secundaria de moderada a grave producida por el aumento en la tensión cognitiva de tener que lidiar con el diagnóstico o el insomnio. Por lo tanto, es posible que la fatiga comience antes del tratamiento debido a las preocupaciones u otros factores cognitivos, primarios y secundarios al insomnio. Varias formas de tratamiento pueden agravar la fatiga.[
En los sobrevivientes de cáncer, también es probable que los grados de fatiga sean más altos que los que se observan en la población general.[
Se señaló que la presencia de sufrimiento psicológico y sintomático, también predicen de manera significativa la fatiga.[
Factores cognitivos
El deterioro de las funciones cognitivas, como la disminución de la atención y el deterioro de la percepción y el pensamiento, con frecuencia, se relaciona con la fatiga.[
Trastornos del sueño e inactividad
Es posible que los factores que causan o contribuyen a la FRC sean los siguientes:
En los pacientes con menos actividad durante el día y con sueño agitado y obesidad, se observaron grados más altos de FRC constantes.[
Es claro que los trastornos del sueño contribuyen a la fatiga [
Otros fármacos que contribuyen a la fatiga
Otros fármacos diferentes a los quimioterapéuticos a veces contribuyen a la fatiga. Con frecuencia los opioides que se utilizan en el tratamiento del dolor relacionado con el cáncer, causan sedación, aunque, el grado de esta varía según la persona. Se sabe que los opioides alteran el funcionamiento normal de la secreción hipotalámica de la hormona liberadora de gonadotropina.[
Otros fármacos, como antidepresivos tricíclicos, neurolépticos, bloqueadores β, benzodiacepinas y antihistamínicos, tal vez produzcan sedación como efecto secundario. Además, la administración concomitante de otros fármacos, como analgésicos, hipnóticos, antidepresivos, antieméticos, corticoesteroides o anticonvulsivos, muchos de los cuales actúan en el sistema nervioso central, quizás exacerbe de forma significativa el problema de la fatiga. La administración conjunta de varios fármacos con diversos efectos secundarios en ocasiones agrava los síntomas de fatiga.
Referencias:
El primer paso de la evaluación de la fatiga es hacer exámenes de detección.[
Los pacientes con grados de fatiga de moderado a grave necesitan evaluación adicional. En un estudio de pacientes ambulatorios con tumores sólidos (n = 148), se evaluó la utilidad de los exámenes de detección de una sola pregunta para síntomas como fatiga y dolor.[
La fatiga relacionada con el cáncer (FRC) es multifactorial. El propósito de una evaluación más exhaustiva es evaluar los diversos factores que tal vez produzcan o contribuyan a la fatiga.[
La evaluación integral del paciente con fatiga comienza con una anamnesis detallada, para clasificar de forma más completa las características de la fatiga e identificar todos los factores que contribuyen a esta. La evaluación integral para la fatiga incluye los siguientes aspectos.
Una evaluación exhaustiva de la fatiga también incluye la revisión de los siguientes aspectos específicos autonotificados por los pacientes:
Aunque no hay un método universal aceptado para medir la fatiga, existe una variedad de instrumentos para evaluarla junto con las secuelas relacionadas.[
En el Cuadro 2 se definen varios instrumentos que se usan con frecuencia (en investigación y la práctica clínica) y que tienen propiedades psicométricas conocidas. La utilización de un instrumento específico en la práctica clínica se define a partir de lo que se quiera evaluar y el objetivo que se tenga en un momento determinado. Por ejemplo, la VAS se usa para detectar o descartar la presencia de fatiga de forma rápida y para obtener una evaluación inmediata de la gravedad. Las evaluaciones unidimensionales con múltiples preguntas como el BFI se usan para llevar a cabo una revisión exhaustiva de la fatiga, que incluye las características y gravedad de esta, así como su repercusión en el funcionamiento. Es posible utilizar los instrumentos multidimensionales para llevar a cabo una evaluación integral de la fatiga en pacientes con fatiga de características complejas. De modo parecido al de las evaluaciones unidimensionales, estos instrumentos evalúan las características, la gravedad y la repercusión en el funcionamiento. Además, la utilización de estos instrumentos es posible en muchos dominios de la fatiga (por ejemplo, físico, afectivo y cognitivo).
Instrumento | Descripción | Referencia |
---|---|---|
NCCN = National Comprehensive Cancer Network; CDV = calidad de vida. | ||
Instrumentos de detección con una pregunta | ||
Escala visual analógica (VAS) para la fatiga | Sólo evalúa la gravedad de 0 a 100 mm en una línea de 10 cm | Glaus, 1993[ |
Instrumento de la NCCN para medir la intensidad | Solo evalúa la gravedad en una escala de 0–10 | Mock et al., 2007[ |
Instrumentos unidimensionales de varias preguntas | ||
Brief Fatigue Inventory (BFI) | Mide la gravedad de la fatiga en las últimas 24 horas con 9 preguntas en una escala numérica de 0–10 | Mendoza et al., 1999[ |
Fatigue Symptom Inventory (FSI) | Mide la gravedad, la duración y la repercusión de la fatiga en la CDV durante los últimos 7 días con 13 preguntas en una escala numérica de 0–10 | Hann et al., 1998[ |
Functional Assessment of Chronic Illness Therapy-Fatigue (FACIT-F) | Mide la gravedad, la duración y la repercusión de la fatiga en la CDV durante los últimos 7 días con13 preguntas de 5 puntos en una escala de 0–4 | Yellen et al., 1997[ |
Instrumentos multidimensionales de varias preguntas | ||
Multidimensional Fatigue Inventory (MFI) | Mide las dimensiones general, mental y física de la fatiga, así como el grado de actividad en las últimas 24 horas con 20 preguntas en una escala de Likert con 7 puntos | Smets et al., 1995[ |
FACIT-F | Mide las dimensiones física, social, familiar, emocional y funcional de la fatiga con 40 preguntas de 5 puntos en una escala de 0–4, e incluye la escala FACIT-F de 13 preguntas | Yellen et al., 1997[ |
European Organisation for Research and Treatment of Cancer Quality of Life Questionnaire-Fatigue Module (EORTC QLQ-FA13) | Mide los aspectos físicos, emocionales y cognitivos de la fatiga, la interferencia por la fatiga y secuelas con 13 preguntas | Weis et al., 2013[ |
Revised Piper Fatigue Scale (PFS-R) | Mide las dimensiones comportamental, afectiva, sensorial y cognitiva de la fatiga con 22 preguntas en una escala de 11 puntos | Piper et al., 1998[ |
Los criterios propuestos para la FRC se mencionan más adelante. Se adoptaron dichos criterios para incluirlos en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, décima edición, Modificación Clínica (CIE-10-CM).[
El definir la FRC como un síndrome de diagnóstico tiene posibles ventajas y desventajas.[
Criterios de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, décima edición, para la fatiga relacionada con el cáncer
Se diagnostica fatiga relacionada con el cáncer (FRC) cuando los siguientes síntomas se presentan cada día o casi todos los días durante el mismo período de 2 semanas en el último mes:
Al igual que en el caso de otros síntomas autonotificados como el dolor, tal vez sea necesario alentar al paciente y a los familiares a que informen los síntomas de fatiga al personal médico. Al principio del tratamiento, los pacientes reciben información sobre la probabilidad de fatiga debido a la enfermedad subyacente o a los tratamientos, las opciones de tratamiento y la importancia de notificar estos síntomas.[
Varias barreras obstaculizan el tratamiento apropiado de la FRC. Algunas de estas se identificaron en la fase 1 de un proyecto de 3 fases de la NCCN, actualmente en curso, relacionado con la elaboración de directrices basadas en evidencia para el tratamiento de la fatiga.[
Evaluación de la anemia.
La evaluación apropiada de la anemia en el paciente con cáncer abarca los siguientes aspectos:
En combinación, los datos provenientes de estas investigaciones son, por lo general, diagnósticos.
Un método común para clasificar la anemia es categorizarla por el tamaño de los glóbulos rojos medidos por el volumen corpuscular medio (VCM).
La mayoría de las anemias son normocíticas, lo que significa que el VCM se encuentra dentro de su límite normal. Esta categoría de anemias incluye las siguientes:[
Sin embargo, una población mixta de glóbulos rojos que consiste en células microcíticas y macrocíticas (anisocitosis), tal vez indique una causa combinada, por ejemplo, pérdida crónica de sangre (microcítica) que resulta en reticulocitosis (macrocítica). En esta situación, el VCM quizás esté dentro de su límite normal, pero la amplitud de distribución del tamaño de los glóbulos rojos estaría elevada.
El análisis del frotis de sangre periférica, aunque suele pasarse por alto, sigue siendo un paso importante en la evaluación de la anemia. Por ejemplo, las células sanguíneas nucleadas y con forma de lágrima indican anemia mieloptísica. Los macroovalocitos y los neutrófilos hipersegmentados suelen indicar anemia megaloblástica. Los dianocitos pequeños y el punteado basofílico se relacionan con las talasemias.
En ocasiones se necesitan estudios adicionales para caracterizar la anemia en un paciente dado, estos incluyen análisis de los siguientes elementos:
En los pacientes con cáncer, la causa subyacente suele ser multifactorial.
Referencias:
Gran parte de la información sobre las intervenciones para aliviar la fatiga se enfoca en personas sanas, personas cuya fatiga muscular es la causa primaria del problema o que presentan fatiga secundaria a una anemia relacionada con el tratamiento.[
En un estudio que se publicó en 2013 de pacientes con cáncer en estadio avanzado (n = 152), se mostró que el control de los síntomas (por ejemplo, dolor, náuseas y disminución del apetito) tiene una repercusión positiva importante en la fatiga.[
La evaluación de los pacientes para determinar el síntoma al que se dirige la intervención tal vez sea la forma más eficaz de ayudarlos a mejorar la calidad de vida relacionada con la salud y a controlar los síntomas de fatiga.
Dado que la causa y los mecanismos de la fatiga en los pacientes de cáncer es variada hay una necesidad considerable por personalizar el control de los síntomas y proporcionar atención acorde con el objetivo del paciente. La atención médica por lo general se dirige a la identificación de síntomas específicos correlacionados y potencialmente reversibles, como en los siguientes ejemplos:
Tratamiento de la anemia
La mejor forma de tratar la anemia en los pacientes con cáncer es atender la causa subyacente. Cuando no está clara la causa o no se puede remediar, entonces el tratamiento es complementario. Se consideran las intervenciones nutricionales, como la ingesta de suplementos y alimentos altos en nutrientes, además de otras modalidades de tratamiento.
La transfusión de concentrado de glóbulos rojos es el tratamiento que más se usa y la forma más rápida de aliviar los síntomas en los pacientes de cáncer con anemia sintomática. Con la transfusión, hay una probabilidad muy alta de aumentar las concentraciones de hemoglobina y los riesgos de complicaciones son bajos. No obstante, la administración repetida de transfusiones se puede volver muy compleja y el riesgo de infección por trasmisión hemática quizás sea preocupante. Otros riesgos incluyen una reacción transfusional aguda, enfermedad de injerto contra huésped o modulación inmunitaria leve por la transfusión y exceso de hierro para aquellos que reciben transfusiones repetidas.[
El tratamiento con fármacos estimulantes de la eritropoyesis (FEE) para la anemia relacionada con el cáncer se estableció en las siguientes recomendaciones de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) y la American Society of Hematology (ASH) de 2019:[
Psicoestimulantes
Los psicoestimulantes son una intervención farmacológica común para la fatiga relacionada con el cáncer (FRC); sin embargo, la evidencia de la eficacia de estos es contradictoria. Los psicoestimulantes son fármacos que interactúan con los neurotransmisores y receptores del encéfalo para aumentar la función de la corteza. Los diferentes tipos de psicoestimulantes actúan mediante diversos mecanismos para activar el encéfalo y producir una mejora a corto plazo en los grados de energía y las actividades psicomotoras. Es posible que estos fármacos también mejoren el estado de ánimo, la atención y la concentración en ciertas poblaciones. Los ensayos clínicos de psicoestimulantes para el tratamiento de la fatiga incluyen las siguientes terapias (para obtener información sobre los niveles de evidencia y las dosis que se usaron en los ensayos clínicos, consultar el Cuadro 3):
Los psicoestimulantes no están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos para el tratamiento de la FRC. Sin embargo, la evidencia preliminar de estudios controlados aleatorizados [
Fármaco | Dosificación | Desenlace | Efectos secundarios principales y comentarios |
---|---|---|---|
AUC = área bajo la curva; EAC = enfermedad arterial coronaria; FRC = fatiga relacionada con el cáncer; LHRH = hormona liberadora de hormona luteinizante; IMAO = inhibidor de la monoaminooxidasa; VO = vía oral; LL = liberación lenta; ISRS = inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina. | |||
a Según se define en la Ley de Sustancias Controladas de los Estados Unidos. | |||
Dextroanfetamina (Dexedrine) | 10 mg VO 2 veces al día por 8 días | No hubo diferencia significativa en la fatiga.[ |
Anexo II.a Potencial de interacción importante con citalopram y venlafaxina. Evitar el uso en pacientes con hipertensión no controlada, EAC subyacente y taquiarritmias.[ |
Metilfenidato (Ritalin) | Ajuste posológico de hasta 54 mg/día VO (27 mg isómero-D) por 4 semanas | No mejoró la FRC en comparación con un placebo.[ |
Anexo II.a Las comidas grasosas tal vez aumenten el ABC. Concentración máxima 102 horas después de la ingestión. No usar con IMAO ya que puede precipitar una crisis hipertensiva. Los antidepresivos que elevan la norepinefrina tal vez aumenten los efectos secundarios de las anfetaminas. El uso simultáneo con ISRS tal vez aumente las concentraciones de estos fármacos. Evitar el uso en pacientes con hipertensión no controlada, EAC subyacente y taquiarritmias.[ |
5 mg VO 2 veces al día con ajuste posológico cada 3 días según la respuesta | Mejora de la FRC dependiente de la dosis en comparación con un placebo.[ |
||
5 mg VO cada 2 horas cuando sea necesario, hasta 20 mg/día | Mejora de la FRC en el día 15 con llamada telefónica de un enfermero o sin esta.[ |
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18 mg LL VO al día por 2 semanas | No mejoró la FRC.[ |
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10 mg VO cada día | Mejora de la FRC en la semana 10 entre los hombres que recibieron agonistas de la LHRH.[ |
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5 mg VO 2 veces al día por 3 días cada ciclo | No mejoró la FRC.[ |
||
5 mg VO cuando sea necesario con ajuste posológico cada 2–3 días hasta un máximo de 30 mg | Mejora de la FRC entre los hombres con cáncer de próstata.[ |
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Modafinilo (Provigil) | 200 mg VO cada día | Mejora de la FRC en los pacientes con fatiga grave que recibieron quimioterapia, pero no en aquellos con fatiga leve o moderada.[ |
Anexo IV.a Evitar manejar u operar maquinaria hasta que se conozcan los efectos. No tomar antes de acostarse. Concentración máxima en 2–4 horas. Los alimentos disminuyen la absorción alrededor de 1 hora, pero no afectan la biodisponibilidad. Disminuye la eficacia de las píldoras anticonceptivas. |
100 mg VO 2 veces al día (hasta 400 mg/día) por 6 semanas | No mejoró la FRC en relación con un placebo en pacientes con tumores encefálicos primarios.[ |
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200 mg VO cada día por 15 días | No mejoró la FRC en relación con un placebo en pacientes que recibieron docetaxel.[ |
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100 mg VO cada día en los días 1–14 y 200 mg cada día en los días 15–28 | No mejoró la FRC en relación con un placebo en pacientes con cáncer pulmonar.[ |
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Armodafinilo (Nuvigil) | 50 mg VO 2 veces al día | No mejoró la fatiga diurna en relación con un placebo en los sobrevivientes de cáncer con insomnio.[ |
Anexo IV.a Evitar manejar u operar maquinaria hasta que se conozcan los efectos. No tomar antes de acostarse. Concentración máxima en 2 horas en ayunas, disminuye hasta 4 horas si hay ingesta de alimentos, pero la comida no afecta la biodisponibilidad. Disminuye la eficacia de las píldoras anticonceptivas. |
150 mg VO cada día por 56 días | No mejoró la FRC en relación con un placebo en pacientes con mieloma múltiple.[ |
Metilfenidato
En el único estudio que se mostró una mejora significativa de la FRC en relación con un placebo, se usó una media de dosis de 27,7 mg del isómero-D de metilfenidato como intervención del estudio.[
Por el contrario, en un ensayo igual de numeroso, aleatorizado controlado, se asignó a los pacientes con enfermedad temprana o avanzada, que recibían tratamiento o no, a recibir 54 mg de una preparación de metilfenidato de acción prolongada que equivalía a 27 mg de isómero-D o un placebo; en este ensayo no se encontró diferencias entre los 2 grupos en ninguno de los desenlaces relacionados con la fatiga.[
Modafinilo y armodafinilo
Los fármacos más recientes llamados promotores del estado de alerta: modafinilo y armodafinilo recién se comienzan a estudiar en los casos de FRC. El modafinilo es un estimulante del sistema nervioso central, de acción central y que no es una anfetamina.[
El mecanismo de acción del modafinilo y el armodafinilo es diferente al de las anfetaminas, pero se desconoce el mecanismo exacto mediante el que estos fármacos mejoran la vigilia. Con base en 2 ensayos piloto sin anonimato prometedores,[
En un ensayo aleatorizado controlado con placebo (estudio factorial de 4 grupos) donde se comparó la terapia cognitivo-conductual (TCC) para el insomnio (TCC-I) versus armodafinilo (50 mg por vía oral 2 veces al día), se indicó que la TCC-I con armodafinilo o sin este resultó en una reducción clínica y estadísticamente significativa de la fatiga diurna subjetiva en los sobrevivientes de cáncer con insomnio crónico.[
Los datos exploratorios indicaron el posible beneficio del metilfenidato y el modafinilo en los pacientes con fatiga más grave o enfermedad más avanzada.[
Consideraciones clínicas
Los efectos secundarios de los psicoestimulantes que se describen con mayor frecuencia incluyen los siguientes:[
Las dosis altas y el uso a largo plazo quizás produzcan las siguientes alteraciones:
Los pacientes con cáncer presentan un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares según el tipo de cáncer y el tratamiento (es decir, regímenes quimioterapéuticos cardiotóxicos). Con el uso de psicoestimulantes, las complicaciones cardiovasculares tal vez surjan hasta en pacientes sin ningún factor de riesgo significativo.[
Es de suma importancia vigilar de forma cuidadosa y continua ciertos parámetros cardiovasculares (sobre todo presión arterial y frecuencia cardíaca) cuando se usan psicoestimulantes para el tratamiento de la FRC. En ciertos casos complejos, se debe considerar la consulta con los servicios de cardiología. Se piensa que hay menos riesgos de problemas cardiovasculares con el uso de modafinilo y armodafinilo. Es posible considerar la relación entre riesgo y beneficio y llevar a cabo una evaluación de la respuesta del paciente y los efectos secundarios cuando estos fármacos se usan en el tratamiento de la FRC.
Los prospectos del envase de todos los fármacos estimulantes del Anexo IV (según se definen en la Ley de Sustancias Controladas de los Estados Unidos) tienen recuadros de advertencia que indican el potencial adictivo y el riesgo de psicodependencia. Además, los recuadros de advertencia de ciertos fármacos estimulantes (productos de metilfenidato y dexmetilfenidato) indican el riesgo de episodios psicóticos.[
Sobre la base de una experiencia clínica limitada y la falta de evidencia en ensayos clínicos aleatorizados controlados, quizás sea razonable considerar el uso de psicoestimulantes, como el metilfenidato o el modafinilo para el tratamiento de la fatiga grave, en particular, por períodos breves (un par de semanas) en pacientes con enfermedad avanzada. Cuando se considera el uso de estos fármacos, los médicos deben obtener un consentimiento informado, y conversar en detalle con el paciente sobre los riesgos, beneficios y alternativas. Es muy importante vigilar de forma continua los parámetros cardiovasculares durante el uso de estos fármacos, sobre todo en pacientes con antecedentes de problemas cardiovasculares y en aquellos que reciben tratamiento con regímenes quimioterapéuticos cardiotóxicos conocidos (por ejemplo, antraciclinas).
En la actualidad, no se aconseja el uso de tratamiento estimulante prolongado debido a la escasa información disponible sobre los posibles efectos negativos y beneficios a largo plazo. Se necesita más investigación en forma de estudios de la FRC en los que se usen psicoestimulantes para pacientes con depresión o con adormecimiento y trastornos del sueño. Es importante tener en cuenta a los pacientes con fatiga de moderada a grave en el diseño de estos estudios, además, estos deben realizarse por un periodo prolongado (>4 semanas) para incluir el periodo de introducción al placebo.[
Otras intervenciones farmacológicas
Bupropión
El bupropión es un antidepresivo estimulante con un mecanismo de acción principal dopaminérgico y noradrenérgico. La evidencia preliminar de un estudio sin anonimato pequeño (n = 21), indicó que el bupropión de liberación lenta (LL) tiene potencial como fármaco terapéutico eficaz para tratar la FRC, con síntomas depresivos simultáneos o sin estos.[
En un ensayo pequeño con enmascaramiento doble controlado con placebo de 150 mg diarios de bupropión LL versus placebo en un grupo heterogéneo de pacientes con cáncer (n = 40) [
Corticosteroides
Hasta el momento, los corticoesteroides son los fármacos que se usan con más frecuencia para controlar los síntomas de los pacientes con cáncer avanzado. Estos fármacos tienen efectos antiinflamatorios potentes y actúan al unirse al receptor hormonal esteroide citoplasmático y mediante la modulación de la transcripción génica inflamatoria.[
Una de las limitaciones de este estudió consistió en que solo duró 2 semanas y es bien sabido que el uso de dexametasona a largo plazo está relacionado con efectos secundarios indeseados. Por lo tanto, es necesario investigar más sobre el riesgo versus el beneficio del tratamiento para la fatiga con dexametasona por más de 2 semanas. Dado que la fatiga está relacionada con grados altos de inflamación, este estudio es valioso en cuanto a la evaluación de la dexametasona como fármaco antiinflamatorio para aliviar la fatiga.[
Suplementos alimentarios
Los suplementos alimentarios comprenden otras intervenciones farmacológicas a menudo populares para la FRC.
Ginseng americano
El ginseng, un suplemento popular que se usa en el tratamiento de la fatiga, se evaluó en ensayos clínicos numerosos multicéntricos. Con base en un estudio prometedor de búsqueda de dosis de fase II,[
Otros suplementos
Se han analizado 2 suplementos adicionales, la coenzima Q10 y la levocarnitina (L-carnitina); sin embargo en ensayos aleatorizados numerosos para el tratamiento de la fatiga no han mostrado efectos positivos.
Se cree que la L-carnitina, un suplemento alimentario muy usado, es útil para tratar la FRC por su función en el metabolismo energético celular y su capacidad para disminuir las citocinas proinflamatorias. Los datos prometedores de ensayos piloto condujeron a la realización y conclusión de un estudio numeroso (n = 376) de fase III en un contexto grupal cooperativo multicéntrico.[
Del mismo modo, la coenzima Q 10 en dosis de 300 mg se estudió versus un placebo en un ensayo de enmascaramiento doble controlado aleatorizado de 236 pacientes con cáncer de mama. Aunque la administración del suplemento produjo aumentos constantes de coenzima Q10 en plasma, no hubo diferencias significativas entre los grupos durante las 24 semanas del estudio.[
Ejercicio
En los estudios, se indica que el ejercicio o la actividad física tienen efectos beneficiosos en la fatiga de los pacientes antes y después del tratamiento del cáncer. En las guías de la National Comprehensive Cancer Network (NCCN) [
En los ensayos iniciales de programas de ejercicio, el enfoque fue las mujeres con cáncer de mama; sin embargo, en los estudios subsecuentes se incluyeron a hombres con cáncer de próstata y a pacientes con mieloma múltiple, cáncer de pulmón, cáncer de nasofaringe, linfoma no Hodgkin, cáncer colorrectal y tipos de cáncer avanzado.[
Algunos estudios tuvieron las siguientes debilidades metodológicas:[
En un estudio con 545 sobrevivientes de cáncer de mama, quienes en promedio tenían 6 meses posdiagnóstico, el aumento de la actividad física fue congruente con una mejora del funcionamiento físico y una reducción de la fatiga y el dolor corporal. La actividad física previa al diagnóstico se relacionó con un mejor funcionamiento físico a los 39 meses pero, por lo general, no se relacionó con los síntomas. El aumento en la actividad física después del cáncer estuvo relacionado con menos fatiga y dolor, y mejor funcionamiento físico. Se encontró una relación significativamente positiva entre la actividad física recreativa de moderada a vigorosa y que excluía los quehaceres domésticos. Este estudio indica la posibilidad de que al aumentar la actividad física recreativa después del cáncer de mama, los sobrevivientes reducen la fatiga y el dolor corporal lo que mejora la capacidad de llevar a cabo las actividades cotidianas.[
En un estudio similar de sobrevivientes de cáncer de mama (n = 222) asignados al azar a actividad física con múltiples componentes por 3 meses e intervención para lograr un cambio en el comportamiento (Better Exercise Adherence after Treatment for Cancer [BEAT Cancer]), se mostró una reducción en la sintomatología de la fatiga, depresión y ansiedad.[
En un estudio de 1033 pacientes con cáncer de mama, ginecológico, gastrointestinal o de pulmón que recibieron quimioterapia en las últimas 2 semanas se identificó una relación entre el nivel de ejercicio y la fatiga y los trastornos del sueño concurrentes.[
Es difícil estudiar el ejercicio en los pacientes con enfermedad avanzada o terminal, pero es probable que produzca beneficios similares. En un estudio se observó una mejora en la capacidad de realizar actividades cotidianas en los pacientes de cáncer avanzado en centros paliativos y que seguían un régimen de fisioterapia.[
Cuando se educa a los pacientes sobre la actividad relacionada con la FRC, un objetivo importante que se debe considerar, consiste en incluir de 3 a 5 horas semanales de actividad moderada. Los siguientes aspectos son muy importantes:
Es necesario que el paciente comience con una actividad ligera por corto tiempo y que aumente de forma gradual la intensidad y duración. Los estudios confirman que es posible lograr esto de forma segura, durante el tratamiento activo y una vez este finalice.[
Ejercicio aeróbico
En 2 ensayos aleatorizados controlados se demostró el beneficio del ejercicio para reducir la fatiga durante el tratamiento del cáncer de mama. En un ensayo se comparó la atención habitual con un programa de ejercicio aeróbico de 12 semanas, se observó una mejora no significativa en la fatiga a los 3 y 6 meses.[
Entre las limitaciones de ambos estudios, se incluye la falta de un grupo de control con placebo y las tasas bajas de participación. La baja participación es un hallazgo habitual en los estudios de ejercicio con pacientes de cáncer; lo que indica la necesidad de abordajes adaptados para superar las barreras. Los beneficios demostrados en estos estudios son reforzados por una revisión de Cochrane de 56 estudios, con 4068 participantes, en la que se concluyó que el ejercicio aeróbico redujo en forma significativa la fatiga durante el tratamiento del cáncer o después de este.[
Ejercicio anaeróbico (entrenamiento de resistencia)
Los estudios también han examinado el entrenamiento de resistencia para mejorar la fatiga. En un ensayo controlado aleatorizado numeroso, 160 pacientes con cáncer de mama (estadios 0–III), se asignaron al azar a una intervención con entrenamiento de resistencia progresivo o intervención para el control de la relajación, 2 veces a la semana por 12 semanas. El criterio principal de valoración fue la fatiga percibida y el criterio secundario de valoración fue la calidad de vida evaluada.[
El cumplimiento con este programa de intervención grupal fue del 97 %. Se observaron mejoras significativas entre los grupos, las cuales favorecieron al grupo de entrenamiento de resistencia para la fatiga general (P = 0,044), en especial para la subescala de fatiga física (media de diferencia = -0,8; intervalo de confianza 95 %, -1,5 a -0,2, P = 0,013), pero no para la fatiga afectiva (P = 0,91) ni para la fatiga cognitiva (P = 0,65). En términos de la calidad de vida, se observaron mejoras significativas más considerables en la función de la labor (P = 0,035) y el dolor (P = 0,040) entre los participantes del grupo de ejercicio y el grupo de control. En este estudio, se demostró que el entrenamiento de resistencia fue una estrategia viable y eficaz para mejorar la fatiga y otros componentes de la calidad de vida.
Metanálisis de los estudios de ejercicio aeróbico, anaeróbico y combinado
En varias revisiones y metanálisis de literatura médica, se exploró, con resultados contradictorios, el efecto del ejercicio en la fatiga. En un principio, se analizó qué tipo de ejercicio aeróbico (cardiovascular), anaeróbico: (entrenamiento de resistencia) o una combinación de los 2 producía más beneficio en la reducción de la fatiga.
En un metanálisis grande de sobrevivientes de cáncer de mama que comprendió 25 ensayos controlados aleatorizados y 3418 pacientes, se examinó la eficacia de las intervenciones con ejercicios para la fatiga y el funcionamiento físico durante el tratamiento, después del tratamiento y a los 6 meses de seguimiento.[
En una revisión sistemática y de metanálisis de 2018 que comprendió 245 estudios de todos los tipos de cáncer, se exploraron intervenciones no farmacéuticas para la fatiga durante el tratamiento y después de este; se llevó a cabo un metanálisis de comparación indirecta entre los tipos de intervención.[
En un estudio de datos iniciales combinados de 3 estudios (n = 436) se investigó la reasignación de tiempo de sedentarismo a una cantidad igual de actividad física ligera o moderada a intensa en pacientes con cáncer de mama. En el estudio se observó que se redujo la fatiga de estos pacientes.[
Las limitaciones sobre la necesidad de identificar una prescripción de ejercicio más exacta permanecen, incluso la necesidad de identificar el tipo, la intensidad, la frecuencia y los intervalos de descanso para incorporarla por completo en la atención oncológica y la supervivencia.[
Otras modalidades de ejercicio
Las variaciones de los ejercicios que tienen un componente físico-mental se están estudiando debido a sus efectos en la FRC; las intervenciones más populares son las modalidades complementarias como yoga, qigong y taichí.[
Yoga
El yoga es un antiguo sistema de prácticas que se utilizan para equilibrar la mente y el cuerpo mediante el ejercicio, la meditación (pensamientos enfocados) y el control de la respiración y las emociones. En varios ensayos piloto controlados aleatorizados numerosos, se demostró que el yoga mejora la fatiga en los sobrevivientes de cáncer (intervención de categoría 1 según NCCN).[
En un estudio piloto, se comparó 12 semanas de yoga con una intervención de educación sobre la salud en un grupo de control de 31 sobrevivientes de cáncer.[
De forma parecida, en un ensayo controlado aleatorizado numeroso, los investigadores examinaron el efecto de 2 sesiones de 90 minutos de yoga Hatha cada semana por 12 semanas llevado a cabo en un entorno grupal, en comparación con un grupo de control en lista de espera en 181 sobrevivientes de cáncer de mama.[
En un ensayo controlado aleatorizado multicéntrico de fase III, los investigadores examinaron el efecto de un programa de tratamiento estándar de yoga por 4 semanas (Yoga for Cancer Survivors [YOCAS]) en la fatiga en comparación con la atención estándar para los sobrevivientes en 410 sobrevivientes de cáncer.[
En un metanálisis (con 10 estudios de sobrevivientes de cáncer) donde se examinó el efecto del yoga en la fatiga, se encontró que este produjo mejoras significativas en la fatiga en comparación con la atención habitual y una magnitud del efecto moderada (DMS, -0,68; ICr 95 %, -0,93 a -0,43).[
Las limitaciones de estos estudios fueron los diseños de estudio con variaciones en el tipo de yoga y su duración, frecuencia y número de semanas, la falta de inclusión de grupos de control de atención para hacer las comparaciones y la variedad de las mediciones para evaluar la fatiga.
Qigong
El qigong es una terapia tradicional de la China en la que se usa ejercicio físico-mental y meditación mediante movimientos corporales lentos y precisos, una respiración regulada y un enfoque mental para mejorar el equilibrio, la flexibilidad, la fuerza muscular y la salud general. En un estudio más o menos numeroso se evaluó el uso médico del qigong en la FRC en un grupo heterogéneo de 162 pacientes durante el tratamiento del cáncer o después de este.[
La intervención qigong se llevó a cabo en sesiones grupales de 90 minutos, 2 veces cada semana, por 10 semanas, lo que constituyó un total de 1800 minutos de tratamiento. El grupo de tratamiento habitual no participó en reuniones grupales ni interactuó con los proveedores. Es difícil determinar los efectos exclusivos de qigong, más allá de los no específicos o de los de las interacciones grupales. También se desconoce durante cuánto tiempo los sobrevivientes deben permanecer practicando el qigong para retener los beneficios. No se presentaron efectos adversos durante este estudio, de manera que resulta difícil identificar algún inconveniente, diferente al tiempo y los recursos empleados, para animar a los pacientes a que adopten este tipo de actividad. Un punto fuerte e importante en este estudio fue la obtención de suero para medir los marcadores inflamatorios. Hacia el final de la semana 10, la proteína C reactiva en los pacientes del grupo médico de qigong disminuyó en 3,6 mg/l, mientras que los pacientes en el grupo de tratamiento habitual presentaron un aumento de este marcador de 19,57 mg/l, una diferencia estadísticamente significativa.[
En un segundo estudio pequeño (n = 96) en el que se comparó un grupo que practicó qigong con un grupo de control en lista de espera, se evaluó la fatiga según el BFI como resultado secundario, así como la medición biológica del cortisol en saliva.[
La principal debilidad que limitó la interpretación y la integración de ambos estudios, a pesar de los resultados diferentes, es que no se intentó controlar la atención ni ningún otro aspecto social de la intervención.
En un tercer estudio pequeño (n = 76) de hombres con cáncer de próstata sometidos a radioterapia, los participantes se asignaron al azar a qigong/taichí, ejercicio liviano o a una lista de espera.[
Taichí
El taichí es una actividad de artes marciales de la China que consiste en respiraciones profundas, ejercicios y movimientos lentos con un aspecto meditativo, donde se genera una conexión entre los estados físico, mental y emocional de una persona. El taichí se ha examinado debido a los efectos que tiene en los síntomas del cáncer, incluso la FRC.
Los investigadores llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorizado para comparar el efecto del taichí versus el ejercicio de bajo impacto en la FRC durante el tratamiento de 91 pacientes con cáncer de pulmón.[
En un metanálisis subsecuente de 6 estudios y más de 370 pacientes de cáncer, los investigadores indicaron una mejora significativa y positiva en la FRC a corto plazo en los pacientes con cáncer de mama y cáncer de pulmón, pero no en los pacientes con cáncer de próstata.[
Terapia cognitivo-conductual
La terapia cognitivo-conductual (TCC) se ha usado por mucho tiempo en el tratamiento de una variedad de problemas psicofisiológicos, con terapia que se enfoca en los pensamientos (cognición) y las conductas funcionales relacionadas con los problemas que se presentan. Mientras la mayoría de la investigación de la TCC para la FRC se ha enfocado en el periodo de la supervivencia, la TCC y sus variantes (por ejemplo, TCCi y terapia cognitiva basada en la conciencia plena) han demostrado ser útiles durante el tratamiento activo y el periodo de supervivencia.[
En el contexto del tratamiento activo (por ejemplo, quimioterapia, radioterapia, cirugía), la TCC con hipnosis a veces es eficaz en los pacientes con FRC.[
En un ensayo clínico aleatorizado con 98 sobrevivientes de diferentes tipos de cáncer (grupo de intervención = 50, control en lista de espera = 48) que presentaban fatiga grave no atribuible a una causa somática específica se les proporcionó TCC individual.[
El número de sesiones terapéuticas varió de acuerdo con el número de factores perpetuantes (intervalo, 5–26 sesiones de 1 hora; media: 12,5 sesiones). Los resultados mostraron una disminución clínicamente significativa en la gravedad de la fatiga y el deterioro funcional.
Es posible mantener las mejoras relacionadas con la fatiga que se presentan durante la TCC para la FRC por periodos muy largos, aunque no haya sesiones de seguimiento (refuerzo) a largo plazo periódicas que por lo habitual hacen parte de la TCC. En un seguimiento a los 10 años de 81 pacientes que completaron el protocolo de TCC para la FRC,[
Si bien la TCC y el tratamiento farmacológico con frecuencia funcionan de la mano, en algunos estudios se demostró que la TCC sola tuvo un efecto más potente en la fatiga que los fármacos solos. En un estudio de tratamiento con enmascaramiento doble de 7 semanas,[
En el estudio se observó una disminución significativa de la fatiga con TCC sola o con TCC y armodafinilo (aunque el fármaco produjo un beneficio limitado adicional en comparación con la TCC sola) y ninguna mejora con el armodafinilo solo.[
Educación del paciente
Informar a los pacientes sobre el riesgo de fatiga y educarlos con estrategias para reducirla son complementos valiosos de otras estrategias de tratamiento. Sin embargo, en una revisión de Cochrane sobre intervenciones educativas para la FRC en adultos, se advierte que dichas intervenciones deben ser parte de un abordaje más amplio para controlar la fatiga.[
Entre las técnicas específicas para el tratamiento de la fatiga se encuentran las siguientes:
En un ensayo controlado, con pacientes que informaron de síntomas conjuntos de dolor y fatiga mientras recibían quimioterapia, una intervención conductual de enfermería produjo mejoras en la calidad de vida y una reducción de la carga de síntomas en relación con el cuidado habitual.[
A medida que los investigadores y médicos aprenden con dificultad, los conceptos falsos y la carencia de conocimientos podrían constituir una barrera importante, por parte de los pacientes y los proveedores, para la evaluación y tratamiento exitosos. En un estudio cuasiexperimental se probó un enfoque educacional multisistémico para mejorar el tratamiento del dolor y la fatiga.[
Durante un período de 3 meses, la intervención educativa resultó en un mejor conocimiento y una disminución en las barreras relacionadas con el tratamiento del dolor y la fatiga. Cabe señalar, que entre las barreras claves de los pacientes relacionadas con el tratamiento de la fatiga se encuentran las siguientes creencias:[
Es posible que al educar al paciente con estrategias para reducir la fatiga se eliminen las barreras relacionadas con el tratamiento de esta.
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Última revisión: 2024-08-01
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