Generalidades de la afección
¿Qué es la mastitis?
La mastitis es una inflamación del seno que suele ser causada por una infección. Puede ocurrirle a cualquier mujer, aunque la mastitis es más común durante los primeros 6 meses de lactancia. Puede dejar a la nueva madre muy cansada y agotada. Si se agrega la enfermedad a las exigencias de cuidar del recién nacido, muchas mujeres dejan de amamantar por completo. Pero usted puede seguir amamantando a su bebé. De hecho, amamantar suele ayudar a curar la infección, y amamantar no le hará daño a su bebé.
Aunque la mastitis puede ser desalentadora y dolorosa, suele curarse fácilmente con medicamentos.
¿Qué causa la mastitis?
La mayoría de las veces la mastitis se presenta cuando entran bacterias al seno a través del pezón. Esto puede ocurrir cuando una mujer que amamanta tiene un pezón agrietado o adolorido.
Dejar pasar mucho tiempo entre las tomas o no vaciar el seno por completo también puede contribuir a la mastitis. Utilizar diferentes técnicas de amamantamiento y asegurarse de que el bebé se prenda correctamente al amamantar la ayudará a vaciar el seno y a evitar que se le agrieten los pezones. Vea una presentación de diapositivas sobre la prendida para saber cómo hacer que su bebé se prenda al seno.
¿Cuáles son los síntomas?
La mastitis suele comenzar como una zona adolorida en uno de los senos. Podría estar enrojecida o caliente al tacto, o ambas cosas. Usted también puede tener fiebre, escalofríos y dolores corporales.
Las señales de que la mastitis está empeorando incluyen ganglios linfáticos inflamados y adoloridos en la axila junto al seno infectado, frecuencia cardíaca rápida y síntomas seudogripales que se agravan. La mastitis puede provocar un absceso en el seno que se siente como un bulto duro y doloroso.
¿Qué aumenta su riesgo de tener mastitis?
Usted tiene más probabilidades de presentar mastitis durante la lactancia si:
- Ha tenido mastitis con anterioridad.
- Retrasa u omite las sesiones de lactancia o de extracción con sacaleches. Cuando no vacía los senos en forma regular ni por completo, estos se congestionan o se llenan demasiado, lo que puede causar mastitis.
- Tiene pezones agrietados o irritados, lo cual puede deberse a un mal posicionamiento o a una prendida deficiente.
Las madres que amamantan pueden tener mastitis en cualquier momento, pero en particular durante los primeros 2 meses del bebé. Después de los 2 meses, los hábitos de alimentación del bebé se vuelven más regulares, lo que ayuda a prevenir la mastitis.
¿Cómo se diagnostica la mastitis?
Su médico puede determinar si usted tiene mastitis hablando sobre sus síntomas y examinándola. No suelen necesitarse pruebas.
¿Cómo se trata?
Por lo general, los antibióticos pueden curar la mastitis. Si su médico le receta antibióticos, tómelos según las indicaciones. No deje de tomarlos por el hecho de sentirse mejor. Debe tomar todas las pastillas hasta terminarlas. Los antibióticos no le harán daño al bebé. Si el tratamiento no da resultado al principio, el médico podría enviar una muestra de la leche al laboratorio para que identifiquen el tipo de bacteria que está causando la infección.
Usted puede ayudar a sentirse mejor descansando más, bebiendo más líquidos y usando compresas tibias o frías sobre el seno adolorido.
Antes de amamantar a su bebé, colóquese un paño húmedo y tibio sobre el seno afectado durante aproximadamente 15 minutos. Pruebe a hacer esto al menos 3 veces al día. Esto aumenta el flujo de leche en el seno. Masajear el seno afectado también puede aumentar el flujo de leche.
Puede tomar acetaminofén (como Tylenol) para el dolor o la fiebre sin riesgo. Puede tomar ibuprofeno (como Advil) junto con acetaminofén para reducir la inflamación. Lea y siga todas las instrucciones de la etiqueta.
Amamantar con el seno afectado es seguro para su bebé. Si le resulta muy doloroso comenzar con el seno afectado, pruebe a amamantar primero a su bebé del seno sano. Entonces, después de que la leche fluya, amamante del seno afectado. Si el pezón está demasiado agrietado y adolorido para amamantar con ese seno, apriétese el seno con la mano o use un sacaleches para sacarse toda la leche del seno. Pruebe a hacer esto cada vez que no pueda amamantar.
Esta es una buena ocasión para considerar la posibilidad de obtener ayuda de un asesor en lactancia. Esta persona, que suele ser una enfermera, se especializa en ayudar a las mujeres con el amamantamiento. Usted puede amamantar con más eficacia y menos dolor, además de ayudar a prevenir la mastitis en el futuro, si recuerda cambiar la posición del bebé y se asegura de que se prenda debidamente al pezón.
Asegúrese de recibir tratamiento para la mastitis. Retrasar el tratamiento puede causar un absceso en el seno, lo cual puede ser más difícil de tratar.