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Esta información es producida y suministrada por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés). La información en este tema puede haber cambiado desde que se escribió. Para la información más actual, comuníquese con el Instituto Nacional del Cáncer a través del Internet en la página web http://cancer.gov o llame al 1-800-4-CANCER.
Introducción
En varios estudios se demostró que las personas con cáncer tienen un mayor riesgo de sufrir dificultades económicas que las personas sin cáncer.[
Antecedentes
El cáncer es una de las afecciones de tratamiento más costoso en los Estados Unidos.[
Al mismo tiempo, las compañías aseguradoras en los Estados Unidos están transfiriendo más costos de atención médica directa a los pacientes mediante aumentos de las primas, los montos deducibles y las tarifas de coseguros y copagos. En la Commonwealth Fund Biennial Health Insurance Survey de 2016, se indicó que el 33 % de los adultos asegurados de 19 a 64 años de edad tenían problemas para pagar facturas médicas o deudas médicas acumuladas.[
Con frecuencia, la farmacoterapia antineoplásica de administración oral se incluye bajo la categoría de cobertura farmacéutica especializada, lo cual requiere un coseguro más costoso que los pacientes deben pagar por cuenta propia. Los planes de alto costo compartido, en especial, los que se guían por listas de medicamentos cubiertos para pacientes ambulatorios (es decir, con copagos que aumentan según se trate de un medicamento genérico o de marca, y según el precio), causan gran preocupación en los pacientes de cáncer a quienes se les receta antineoplásicos orales caros. La proporción de planes de seguro médico con listas de prescripción multiescalonada (>3), en las que los medicamentos orales especializados caros tienen un costo compartido más alto, aumentó del 3 % en 2004 a casi el 88 % en 2017.[
En comparación con las personas sin antecedentes de cáncer, los sobrevivientes de cáncer incurren en gastos por cuenta propia más altos, aunque hayan pasado muchos años desde el diagnóstico inicial;[
Hay muchos otros términos que se utilizan para describir las repercusiones económicas del cáncer, el tratamiento y los efectos duraderos del tratamiento, entre otros: sufrimiento económico o financiero, tensión o estrés financiero, dificultad económica o financiera y carga económica o financiera.[
Causas y factores de riesgo
La interacción entre el cáncer y el sufrimiento financiero es compleja y se vincula con múltiples factores, según se observa en la Figura 1.[
En el momento del diagnóstico, hay múltiples factores en el entorno familiar de la persona que influyen en el grado de vulnerabilidad al sufrimiento financiero. El riesgo de estrés financiero grave y el tiempo que transcurre entre la enfermedad y estos resultados dependen de los siguientes factores:
En el momento del diagnóstico de cáncer, algunos de los factores que determinan el riesgo de tener dificultades financieras a largo plazo son los siguientes:
Los aspectos mensurables de estos factores son las condiciones materiales que surgen con el aumento de gastos por cuenta propia, la disminución de ingresos por incapacidad laboral, y la respuesta psicológica frente al aumento de los gastos familiares y la reducción salarial.[
El diagnóstico y el tratamiento del cáncer causan un efecto adverso en las condiciones materiales de los pacientes y sus familiares que, en general, se determina según las siguientes mediciones:[
Además, la respuesta psicológica del paciente a una mayor carga financiera vinculada con el diagnóstico y el tratamiento del cáncer se suele medir en términos de tensión, estrés, sufrimiento o preocupación financiera o económica.[
Prevalencia
En algunos estudios se midieron los componentes de al menos un aspecto de las dificultades financieras,[
A continuación, se describen las prevalencias de medidas específicas de las dificultades financieras: los gastos por cuenta propia, la pérdida de productividad, el agotamiento de activos y la deuda por gastos médicos, la bancarrota, y el sufrimiento y la preocupación financieras.
Prevalencia de los gastos por cuenta propia elevados
Los gastos por cuenta propia, una de las mediciones más comunes de las dificultades financieras, son gastos que los pacientes deben pagar de forma directa por la atención médica. Estos gastos abarcan copagos del seguro, coseguro, montos deducibles para medicamentos con o sin receta médica, hospitalizaciones, servicios de consulta externa y otros tipos de atención médica. En general, los sobrevivientes de cáncer notifican que los gastos por cuenta propia son más altos comparados con los de las personas sin antecedentes de cáncer.[
En un estudio de sobrevivientes a largo plazo de cáncer de mama, el 18 % pagó entre $2001 y $5000 en gastos por cuenta propia, y el 17 % pagó más de $5000.[
En un estudio en el que se utilizaron datos de la encuesta con representación nacional Medical Expenditure Panel Survey (MEPS), el 4,3 % de los sobrevivientes de cáncer de entre 18 y 64 años de edad notificaron una carga alta de gastos por cuenta propia, en comparación con el 3,4 % de las personas sin antecedentes de cáncer.[
Prevalencia de la pérdida de productividad
Por lo habitual, la pérdida de productividad se mide por la imposibilidad de trabajar o de continuar con las actividades habituales, la pérdida de días laborales o de licencia por incapacidad, la reducción del horario laboral y los días de reposo en cama. La pérdida de productividad se puede cuantificar de forma directa a partir de datos laborales [
Prevalencia del agotamiento de activos y la deuda por gastos médicos
En múltiples estudios se notificó la prevalencia del agotamiento de activos y la deuda por gastos médicos en los sobrevivientes de cáncer, aunque estos datos casi nunca se notifican para las personas sin antecedentes de cáncer, ni antes ni después de un diagnóstico de cáncer. Es más, la mayoría de los cálculos se basan en las notificaciones de los pacientes y hay muy poca validación de estos datos.
En los estudios de sobrevivientes de cáncer, se indica que entre el 33 % y el 80 % de los sobrevivientes utilizaron sus ahorros para solventar los gastos médicos,[
Incidencia y prevalencia de la bancarrota
En uno de los pocos estudios en el que se midió la incidencia de las dificultades financieras, se notificó que el 1,7 % de los sobrevivientes de cáncer se declararon en bancarrota dentro de los 5 años posteriores al diagnóstico.[
Prevalencia del estrés, el sufrimiento o la preocupación financiera
En múltiples estudios se observó una prevalencia del estrés o tensión financiera y la preocupación por el pago de cuentas médicas relacionadas con el cáncer que osciló entre el 22,5 % en una muestra de representación nacional [
Prevalencia de las dificultades financieras como medición combinada
En múltiples estudios se combinan diversos componentes de las dificultades financieras. Se emplean mediciones, puntajes o indicadores aproximados, como el Comprehensive Score for Financial Toxicity (COST) y la Personal Financial Wellness (PFW) Scale, antes conocida como la InCharge Financial Distress/Financial Well-Being (IFDFW) Scale, pero no es frecuente que los resultados se correlacionen con la población general y son difíciles de interpretar.
En un estudio de pacientes con mieloma múltiple sometidos a tratamiento en un solo centro oncológico universitario, los sobrevivientes de cáncer tuvieron un puntaje medio de COST de 23 (intervalo, 0–44, donde los valores más bajos equivalen a una carga más alta).[
Referencias:
Se determinó que hay numerosos factores relacionados con la enfermedad, los aspectos sociodemográficos y el seguro médico que contribuyen a elevar el riesgo de toxicidad financiera en los pacientes y sobrevivientes de cáncer.
Factores de riesgo relacionados con la enfermedad y el tratamiento
Se ha demostrado que los pacientes con cáncer en estadio avanzado, cáncer que requiere quimioterapia o radioterapia y que presentan comorbilidades presentan un riesgo más alto de dificultades financieras después del diagnóstico, comparados con los pacientes sin estas características.[
Se observó un paralelo similar en un análisis en el que se emplearon datos del componente familiar de la Medical Expenditures Panel Survey (MEPS) de 2008–2010, que midió la pérdida de empleo y productividad en las personas con y sin cáncer.[
En otro estudio se usaron datos de varios años de la MEPS (2008‒2013) para evaluar la relación entre los antecedentes de cáncer, las afecciones crónicas y las pérdidas de productividad.[
Las terapias dirigidas al cáncer y la presencia de comorbilidades también se relacionaron con un gasto por cuenta propia más alto en la población de Medicare. En un estudio que utilizó datos de la Medicare Current Beneficiary Survey obtenidos de las solicitudes de reintegros de Medicare (1997–2007), la media de 2 años del gasto por cuenta propia fue de $1526 más alta para los pacientes que recibían quimioterapia y $1470 más alta para los pacientes que recibían radioterapia, en comparación con los pacientes sin tratamiento (P < 0,01).[
En estos estudios se indica que los sobrevivientes de cáncer de distintas edades con cáncer en estadio avanzado, con cáncer recidivante o con tipos de cáncer que requieren tratamiento (posible marcador de enfermedad en estadio más avanzado) tienen mayores probabilidades de afrontar un gasto por cuenta propia más alto y correr un riesgo más elevado de dificultades financieras. Los gastos del tratamiento de afecciones crónicas junto con la imposibilidad de recuperar el empleo y el ingreso a causa de una enfermedad progresiva y el debilitamiento pueden contribuir al vínculo entre la enfermedad progresiva y una carga financiera creciente.
Factores de riesgo sociodemográficos
Edad
En numerosos estudios se demostró de forma invariable que hay una conexión entre el diagnóstico de cáncer a una edad temprana y el riesgo más alto de distintos tipos de dificultades financieras.[
En un estudio en población con y sin cáncer del occidente del estado de Washington, se observaron las tasas de bancarrota más altas tanto en los sobrevivientes de cáncer como en el grupo de control sin cáncer en quienes tenían entre 20 y 34 años de edad (10,06 y 3,15 por 1000 años-persona, respectivamente); por otra parte, se observaron las tasas más bajas en los sobrevivientes de cáncer y el grupo de control en quienes tenían entre 80 y 90 años de edad (0,94 y 0,57 por 1000 años-persona, respectivamente).[
En un análisis de datos de 1202 adultos sobrevivientes de cáncer identificados en la encuesta de 2011 de MEPS Experiences with Cancer, las dificultades financieras materiales (que se definen como bancarrota, préstamos, deudas, imposibilidad de pagar por la atención médica, o privarse de otros gastos) fue más común entre los sobrevivientes de cáncer menores de 65 años, en comparación con los de 65 o más años (28,4 % vs. 13,8 %; P < 0,001).[
A partir de evidencia creciente se indica que los sobrevivientes adultos de cánceres infantiles quizá sean más vulnerables a las dificultades financieras.[
No obstante, las dificultades financieras entre los pacientes más jóvenes no solo se deben al gasto por cuenta propia más elevado de la atención médica relacionada con el cáncer. En un estudio en el que se emplearon datos de la encuesta MEPS de 2001–2008, una proporción más alta de personas de 55 a 64 años notificaron un gasto del 20 % o más de su ingreso en atención médica y primas, en comparación con las personas más jóvenes, de 18 a 39 años (10,1 % vs. 7,1 %; P = 0,05). Esta diferencia parece indicar que el gasto por cuenta propia alto no es lo único que conlleva a las dificultades financieras.
Ingresos
Además, es de prever que los pacientes de cáncer con ingresos familiares más bajos estén en mayor riesgo de afrontar dificultades financieras por el tratamiento. No se identificó con claridad el límite en que se produce un aumento notable en las dificultades financieras porque el ingreso anual familiar se clasificó de formas distintas en los estudios. Por ejemplo, en un estudio con pacientes de cáncer (18 a 64 años de edad), identificados a partir de la encuesta Livestrong de 2012, los ingresos entre $41 000 y $80 000, y de $40 000 o menos se vincularon con un aumento en el riesgo de solicitar préstamos o de incurrir en deudas, en comparación con los ingresos de $81 000 o más (OR, 2,46 y 3,52, respectivamente; P < 0,0001).
En otros estudios se observó un riesgo más alto de dificultades financieras en las personas con ingresos familiares inferiores a $50 000 o $20 000.[
Raza y etnia
Se observa un fuerte vínculo de la raza y la etnia con las disparidades en los desenlaces de salud relacionados con el cáncer, incluso de la supervivencia.[
En un estudio a partir de los datos de 3242 sobrevivientes de cáncer de pulmón y cáncer colorrectal que participaron en el Cancer Care Outcomes Research and Surveillance Consortium Study (CanCORS), se relacionó la raza afroamericana con un riesgo más alto de carga económica autonotificada por los pacientes de cáncer colorrectal, en comparación con la raza blanca (OR, 1,69; IC 95 %, 1,24–2,30), una vez que los investigadores efectuaron ajustes por otros factores sociodemográficos y clínicos.[
En otra encuesta poblacional de 3133 mujeres con cáncer de mama, las mujeres de habla hispana presentaron un riesgo más alto de problemas económicos en comparación con las mujeres blancas (OR, 2,76; P = 0,006). En las mujeres latinas de habla inglesa y las mujeres afroamericanas no hubo un aumento de este riesgo.[
En ambos análisis se ajustaron las principales variables demográficas que podrían también influir en el riesgo de dificultades financieras, entre ellas: el ingreso, la edad, el estado civil y el nivel educativo. Estos fuertes vínculos entre el grupo minoritario racial o étnico y las dificultades financieras no se comprobaron en otros estudios. No obstante, estos hallazgos indican la necesidad de llevar a cabo más estudios sobre este tema en sobrevivientes de cáncer.
Empleo
La pérdida de productividad y empleo se puede considerar un factor de riesgo (predictivo) de toxicidad financiera y también una medición para determinar la toxicidad financiera (desenlace). En varios estudios se denota que los pacientes de cáncer sufren pérdida laboral, dificultad para regresar al trabajo, reducción de ingresos y pérdida general de productividad como resultado del diagnóstico de cáncer.[
En un análisis de datos de 1202 adultos sobrevivientes de cáncer del cuestionario MEPS Experiences with Cancer de 2011, el cambio de empleo después del diagnóstico (cambiar a un trabajo de tiempo parcial y tomarse licencias prolongadas) se vinculó con un aumento sustancial en el riesgo de dificultades financieras, en comparación con la ausencia de cambios (49,1 % vs. 20,2 %; P < 0,001).[
En comparación con las personas sin cáncer, los sobrevivientes de cáncer tienen mayor probabilidad de notificar incapacidad laboral o limitación en la cantidad o el tipo de trabajo que pueden realizar, tanto a corto plazo (1 año) como a largo plazo (11 años o más) después del diagnóstico.[
Seguro médico
Los pacientes que no poseen cobertura médica están en alto riesgo de sufrir numerosas experiencias adversas, entre estas, grandes dificultades financieras, en especial en una época de aumentos acelerados en los costos de la atención oncológica. Pero contar con seguro médico no resguarda por completo a los asegurados de los gastos por cuenta propia elevados de los servicios de atención médica.
En la población de Medicare, el acceso al seguro complementario y a los planes de la Parte D de Medicare han ayudado, en parte, a resguardar a los pacientes de la carga del gasto por cuenta propia. En un análisis de los datos de la MEPS de 2002–2010, los costos de las recetas de tratamiento ambulatorio para adultos mayores de 65 años de edad disminuyeron en un 43 % al iniciarse los planes de la Parte D de Medicare, mientras que los gastos por cuenta propia de medicamentos recetados en el mismo período no disminuyeron de igual manera para los pacientes más jóvenes (aún no aptos para recibir Medicare).[
A medida que se incrementa el número de medicamentos anticancerosos de administración oral de precio alto, también aumentan las diferencias en la cobertura para los beneficiarios de Medicare en cuanto a los medicamentos de administración por infusión y por vía oral. De manera específica, la Parte D de Medicare, que cubre los medicamentos de administración oral o de autoadministración, acarrea un costo compartido muy alto para los pacientes que reciben medicamentos anticancerosos y no tiene un límite de gasto por cuenta propia. En un estudio se observó que el precio contemplado en la Parte D de Medicare de una sola receta de algunos de los medicamentos anticancerosos más comunes (por ejemplo, lenalidomida, ibrutinib, palbociclib o enzalutamida) corresponde a más de $3000 que el paciente debe cubrir por cuenta propia. El gasto acumulado durante un año excedería los $10 000 para casi todos estos medicamentos.[
La repercusión del tipo de seguro en el riesgo de dificultades financieras en los pacientes menores de 65 años de edad no se ha investigado en detalle. En un estudio se observó que los pacientes con seguro médico público (Medicaid o Medicare) presentan un riesgo más alto de dificultades financieras en comparación con los pacientes que contratan cobertura médica privada (OR, 1,95; P < 0,0001).[
Referencias:
En varios estudios retrospectivos de cohortes y estudios transversales se investigaron las conexiones entre la carga financiera de la atención oncológica y el cumplimiento terapéutico, la calidad de vida, la satisfacción con la atención, el endeudamiento, la declaración de bancarrota y los desenlaces en materia de salud. Los estudios de cohortes y los estudios transversales tienden a sufrir sesgos inherentes al diseño; por lo tanto, estos hallazgos se deben interpretar con cautela. Hasta el momento, no hay evidencia de ensayos clínicos aleatorizados controlados para guiar a los pacientes y médicos en cuanto a los desenlaces relacionados con la toxicidad financiera en las personas con cáncer.
Acceso y cumplimiento con el tratamiento
En varios estudios retrospectivos de cohorte se evaluó el efecto que tenían los montos de los copagos de las recetas de antineoplásicos en el cumplimiento terapéutico por parte del paciente.[
En un estudio transversal con datos de 2011 a 2014 de la
En otros estudios se examinó el vínculo entre los montos de los copagos para la terapia endocrina adyuvante, los inhibidores de la aromatasa, el tamoxifeno, y el incumplimiento de las mujeres con cáncer de mama.[
En un estudio de encuesta transversal de pacientes adultos (N = 300) que recibían tratamiento de cáncer en el Duke Cancer Institute se halló que el 16 % de los pacientes notificaron sufrimiento financiero abrumador, el 27 % notificaron incumplimiento farmacológico y el 4,67 % notificaron incumplimiento quimioterapéutico.[
Es más, en este estudio también se halló un aumento en la probabilidad de incumplimiento en relación con las siguientes características:
La cobertura de un seguro privado se relacionó con un menor riesgo de incumplimiento de significación estadística (OR ajustada, 0,31; IC 95 %, 0,14–0,72).
En un estudio transversal de cohortes con 10 508 pacientes que iniciaron quimioterapia oral entre 2007 y 2009 se examinó el vínculo entre las tasas de abandono de la terapia recetada y el costo compartido.[
Las notificaciones esporádicas también indican que los pacientes con cáncer en estadio terminal están renunciando a la oportunidad de obtener dosis mortales de barbitúricos en estados con leyes de muerte digna porque el precio de estos medicamentos genéricos ha aumentado hasta aproximadamente $3000 para una receta común.[
Calidad de vida y calidad de atención percibida
En un estudio de cohorte prospectivo, observacional, poblacional y de sistemas de atención médica, se investigaron los vínculos entre la carga financiera, la calidad de vida y la calidad de atención percibida mediante el uso de datos del estudio Cancer Care Outcomes Research and Surveillance Consortium (CanCORS) II. La calidad de vida relacionada con la salud notificada por los pacientes se midió mediante el cuestionario EuroQol de cinco dimensiones (EQ-5D).
De 2003 a 2006, en el estudio CanCORS de los Estados Unidos se inscribieron pacientes dentro de los 3 meses posteriores a un diagnóstico de cáncer colorrectal o de pulmón. Para el estudio CanCORS II, entre los pacientes sobrevivientes de CanCORS, se seleccionó una subcohorte de pacientes sin enfermedad y una subcohorte de pacientes con enfermedad en estadio avanzado para volver a encuestarlos sobre su calidad de vida. La mediana de tiempo desde el diagnóstico fue de 7,3 años. En un análisis de modelo de ecuación estructural ajustado se descubrió que un sufrimiento financiero más alto se vinculaba de forma inversa con la calidad de vida relacionada con la salud (beta ajustada, -0,06 por categoría de carga; IC 95 %, -0,08 a -0,05); sin embargo, el sufrimiento financiero no se vinculó con la calidad de atención percibida (OR, 1,09; IC 95 %, 0,93–1,29).[
En otro estudio de cohorte con datos de CanCORS [
En varios estudios transversales se evaluó el efecto de la carga financiera de la atención oncológica en la calidad de vida del paciente. En el análisis de una encuesta en la que participaron 149 pacientes con cáncer en estadio avanzado en un hospital público del estado de Texas (n = 72) y en un centro oncológico integral (n = 77) se observó que la intensidad media del sufrimiento financiero era el doble en los pacientes que recibían tratamiento en un hospital público, en comparación con los pacientes tratados en un centro oncológico integral (en una escala de 0 = mejor a 10 = peor; 8 vs. 4; P = 0,0003).[
En otro estudio se analizó la respuesta a la pregunta ¿Hasta qué punto causa el cáncer problemas financieros para usted y su familia? en 2108 pacientes de la National Health Interview Survey (NHIS) de 2010. Se halló que, en comparación con las personas que no notificaron ninguna carga financiera, era más probable que las personas que respondieron "mucho" (8,6 %) comunicaran las siguientes situaciones:[
A partir de los datos de la Medical Expenditure Panel Survey (MEPS) de 2011, en un estudio [
Satisfacción con la atención
En un estudio de revisión se documentó que alrededor del 60 % de los participantes en una amplia variedad de estudios notificaron actitudes positivas con respecto a las conversaciones con sus proveedores de atención de la salud relacionadas con los costos. A pesar de estos resultados, menos de un tercio de los pacientes han participado de este tipo de conversaciones.[
Acontecimientos económicos adversos, deuda financiera y bancarrota
Se ha estudiado el efecto de la carga financiera del cáncer en los acontecimientos económicos adversos, el endeudamiento y la bancarrota.[
En un estudio transversal que utilizó datos de la encuesta Livestrong de 2012 de 4719 sobrevivientes de cáncer, se notificó que el 63,8 % de los sobrevivientes se preocupaba por el pago de cuentas costosas relacionadas con el cáncer, el 33,6 % se endeudaron, el 3,1 % se declararon en bancarrota y el 39,7 % tuvieron que privarse de otros gastos a causa del cáncer, el tratamiento o los efectos duraderos del tratamiento.[
Es más, en este estudio se relacionó el aumento en la probabilidad de declararse en bancarrota con las siguientes características de los pacientes de cáncer:[
Se notificaron características similares en los pacientes que contrajeron deudas médicas.[
En un estudio retrospectivo de cohorte, se utilizó el registro de cáncer de 1995–2009 del Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER) del occidente del estado de Washington que se vinculó con la información del tribunal de bancarrotas del distrito occidental de Washington, y se descubrió que la probabilidad de que los pacientes con cáncer se declararan en bancarrota era más alta (cociente de riesgos instantáneos [CRI], 2,65; P < 0,05) en comparación con los pacientes sin cáncer.[
En otro estudio retrospectivo de cohorte se evaluó el riesgo de acontecimientos económicos adversos en pacientes con cáncer. El equipo de investigadores usó datos del registro de cáncer SEER del occidente del estado Washington y los vinculó con los registros crediticios trimestrales de TransUnion y con datos de un grupo de control seleccionado del registro de votación del estado.[
Se ha redactado con claridad un sistema para calificar e identificar los distintos niveles de toxicidad financiera.[
Efecto en las personas a cargo del paciente
Los cuidadores informales de pacientes de cáncer a menudo comparten la experiencia de la toxicidad financiera al gastar dinero en alimentos, medicamentos y otras necesidades de los pacientes, además de tomarse tiempo libre de su trabajo para proporcionar apoyo logístico, emocional y médico. En una encuesta reciente de más de 5000 pacientes de cáncer cuidados por amigos o familiares, aproximadamente el 25 % informaron que sus cuidadores hicieron cambios importantes en sus empleos después del diagnóstico de cáncer y que el 8 % de los sobrevivientes tenían personas que los atendían y que tuvieron que abandonar el trabajo durante por lo menos 2 meses.[
Fue más probable que los enfermos de cáncer en fase terminal de hogares que notificaron dificultades financieras recibieran cuidados intensivos para prolongar la vida (definidos como recibir ventilación o reanimación para prolongar la vida) que aquellos que no notificaron tales dificultades (OR, 3,22; IC 95 %, 1,38−7,53). En una encuesta longitudinal de 281 pacientes con cáncer terminal, el 29 % informaron que usaba la mayor parte o todos los ahorros del hogar debido a una enfermedad.[
Supervivencia
En un estudio retrospectivo de cohorte con los datos del registro de cáncer del occidente de Washington de SEER, se encontró que los pacientes con cáncer que se declararon en bancarrota presentaron un aumento del riesgo de mortalidad en comparación con quienes no se declararon en bancarrota (CRI ajustado, 1,79; IC 95 %, 1,64–1,96).[
Inquietudes relacionadas con la validez interna y externa de los estudios de observación
Los datos de los ensayos aleatorizados y controlados ofrecen la mayor solidez probatoria para establecer la eficacia del tratamiento en el desenlace del cáncer. Sin embargo, dado que los pacientes de cáncer, por una razón ética, no pueden someterse a toxicidad financiera durante la aleatorización, el conjunto de la evidencia actual proviene, en su mayor parte, de datos de observación, en particular de estudios transversales y de cohortes. Las encuestas a gran escala representativas a nivel nacional proporcionan las mejores estimaciones de la prevalencia de ciertas afecciones.
Sin embargo, los estudios de observación suelen presentar sesgos que limitan la validez de los resultados. Es posible que sean varias las fuentes de sesgos importantes en los estudios de observación que evalúan el vínculo entre la toxicidad financiera con los desenlaces futuros, y esto dificulta la interpretación de los resultados de tales estudios.
En los estudios de encuesta transversal, las tasas altas de encuestados sin respuestas llevan a un posible sesgo por falta de respuesta en los cálculos notificados si las posibles respuestas de quienes no respondieron son distintas de los que respondieron. Otra fuente de sesgo en una investigación mediante encuestas es el sesgo de notificación, que se presenta cuando los encuestados notifican información selectiva que consideran más deseable desde el punto de vista social.
Otra fuente de sesgo en los estudios de observación es la causalidad inversa, que puede debilitar cualquier conexión real entre la toxicidad financiera y los posibles desenlaces. En un estudio,[
Referencias:
Se pueden explorar la evidencia vigente, las deficiencias en estos datos y las áreas de investigación futura a partir de modelos actuales en los que se considera el marco conceptual del cáncer y sus repercusiones en la utilización de la atención médica, los resultados en materia de salud, y los efectos financieros.[
Factores de riesgo
Aunque se han identificado muchos factores de riesgo individuales para las dificultades financieras, la evidencia que demuestra el grado en que estos factores contribuyen al riesgo de dificultades financieras futuras es insuficiente, al igual que la información sobre la interacción entre estos factores y los factores clínicos al momento del diagnóstico.
Las siguientes son áreas específicas que se deben estudiar más para determinar cómo influyen en el riesgo de sufrimiento financiero tras un diagnóstico de cáncer:
Debido a que hay mucha evidencia de que el sufrimiento financiero se presenta incluso en pacientes con seguro médico, es necesario investigar más el efecto de diferentes tipos de seguro en la protección de las personas contra estas dificultades. Medicare puede proteger al menos de forma parcial a las personas mayores del sufrimiento financiero. Sin embargo, hay otros factores relacionados con la edad avanzada que también podrían reducir el riesgo de sufrimiento financiero, como el hecho de que los jubilados suelen poseer más activos (por ejemplo, son dueños de una vivienda), reciben pensiones o cuentas de jubilación, y el Seguro Social. También es posible que los médicos ofrezcan a las personas mayores tratamientos menos intensivos, que son menos costosos.
Para los adultos en edad laboral, las características del seguro privado auspiciado por el empleador o contratado de forma individual que varían de acuerdo con el plan (con distintos montos deducibles, niveles de copagos y exclusiones a la cobertura) quizá influyan en el riesgo de sufrimiento financiero. Estos factores también justifican que se realice más investigación.
Después de recibir un diagnóstico de cáncer y ausentarse del trabajo durante el tratamiento de la enfermedad, la capacidad de los pacientes de trabajar o de regresar al trabajo influye mucho en el riesgo futuro de dificultades financieras. Se necesitan estudios que relacionen determinados tratamientos, modalidades de tratamiento (por ejemplo, terapia de infusión vs. terapia oral), y los efectos tóxicos del tratamiento con el ausentismo laboral, la pérdida de productividad y la probabilidad de reincorporarse a la fuerza laboral.
La introducción de la U.S. Affordable Care Act en 2008 sirvió de experimento natural para determinar si la ampliación del acceso al seguro médico a millones de personas en los Estados Unidos tendría repercusiones en las tasas de sufrimiento financiero o de bancarrota para las personas con cáncer. Las pruebas piloto propuestas para los distintos sistemas de pago de Medicare también brindan oportunidades para enfoques semiexperimentales que comparan la puesta en marcha de estos sistemas o la falta de esta.[
Después del diagnóstico, la opción de tratamiento podría, en teoría, influir en la probabilidad de tener dificultades financieras. Para muchos tipos de cáncer, las pautas incluyen opciones que se consideran equivalentes a nivel terapéutico, pero el costo puede variar y aumentar 50 o más veces.[
El abordaje del cáncer es distinto de otras intervenciones médicas ya que, con frecuencia, se requiere tratamiento intensivo en establecimientos especializados durante semanas o meses. Para muchos pacientes, los costos de otra índole relacionados con la obtención de tratamiento como el transporte y el alojamiento durante el tratamiento, a veces repercuten de manera negativa en las finanzas familiares. El efecto de estos costos que no son médicos en las dificultades financieras es un área que requiere más estudio.
Sufrimiento financiero y desenlaces
La evidencia de múltiples estudios retrospectivos indica que los pacientes que tienen sufrimiento financiero presentan un menor cumplimiento del plan terapéutico, una menor calidad de vida y una disminución en la supervivencia. Estos estudios poseen limitaciones porque ciertos factores clínicos y económicos que no se midieron y que quizá influyen en la elección del tratamiento también podrían afectar los desenlaces. Los estudios prospectivos o retrospectivos que incluyen una descripción más integral de la situación económica en el momento del diagnóstico y los factores clínicos y del paciente que podrían influir en la elección del tratamiento ofrecerían un panorama más preciso de la relación causal entre el sufrimiento financiero y los desenlaces.
Intervenciones para reducir el sufrimiento financiero en los pacientes de cáncer
Se han propuesto varias intervenciones diseñadas de forma específica para reducir las tasas de sufrimiento financiero en los pacientes de cáncer. Algunas se han puesto en marcha, pero hasta la fecha no hay estudios prospectivos en los que se evalúe la repercusión de estas intervenciones en las tasas y la gravedad del sufrimiento financiero, las opciones de tratamiento, la calidad de vida y la supervivencia. A continuación, se examinan algunas de las intervenciones mencionadas más comúnmente.
Orientadores financieros
Los orientadores o consejeros financieros son especialistas que ayudan a los pacientes de cáncer en el entorno comunitario y académico para evitar consecuencias financieras adversas después de un diagnóstico de cáncer.[
En un estudio prospectivo (S1417CD [NCT02728804]) dirigido por la Institute Cooperative Cancer Clinical Trials Network del Instituto Nacional del Cáncer, llamado Implementation of a Prospective Financial Impact Assessment Tool in Patients with Metastatic Colorectal Cancer se evaluó la incidencia de las dificultades financieras relacionadas con el tratamiento en los pacientes con un diagnóstico reciente de cáncer colorrectal metastásico.[
Transparencia en los precios para facilitar la elección del tratamiento
En los estudios sobre las iniciativas de transparencia en los precios, como la que obligó a los hospitales en California a publicar sus aranceles, no se observó que la transparencia de precios influya en la elección del tratamiento por parte del paciente ni la asignación de precios para los bienes y servicios por parte de los proveedores de asistencia sanitaria.[
Se necesita más información sobre el grado de respuesta que tendrían los pacientes de cáncer, sus familiares y los proveedores asistenciales a las ofertas de transparencia en los precios, la asistencia financiera directa o indirecta o las reducciones a los gastos por cuenta propia exigidos.
Fijación de precios basados en el valor
Una idea relacionada de forma estrecha con la transparencia en los precios es la fijación de precios basados en el valor del servicio. En este concepto los gastos por cuenta del paciente se relacionan con una evaluación externa del valor de otras las terapias comparables. El objetivo de la fijación de los precios basados en el valor es hacer que los pacientes se interesen en las terapias de más valor mediante incentivos financieros (mayor valor = menor gasto por cuenta propia). Aunque la fijación de precios basados en el valor se utiliza para varias afecciones clínicas (por ejemplo, hipertensión y diabetes), y hay evidencia que indica que este tipo de precios aumenta la utilización de servicios de mayor valor, no se ha aplicado en oncología. Dada la transformación continua de la metodología de pago a los proveedores médicos por la atención de los pacientes, es necesario estudiar la toxicidad financiera para el paciente mediante el ofrecimiento de otras opciones de pago y reformas a las medidas de calidad.
Tampoco queda claro en la trayectoria de atención en qué momento se necesita más información y asistencia financiera y cuándo es más eficaz para alentar la iniciación o continuación del tratamiento. Por ejemplo, la mayoría de las pólizas de seguro ofrecidas por los empleadores incluyen un monto máximo anual de gasto por cuenta propia, después del cual el asegurador asume el 100 % del costo de la atención. Muchos pacientes con cáncer en estadio tardío alcanzan rápido el monto máximo de gasto, en cuyo caso el asegurador asume el costo completo de los tratamientos oncológicos durante el resto del año de prestaciones.
Reforma del seguro médico
Al ofrecer seguro médico a millones de personas que antes no tenían cobertura, el plan de seguro médico de Massachusetts y la U.S. Affordable Care Act presentan la oportunidad de realizar experimentos naturales previos y posteriores a las normas de atención para la salud destinadas a reducir el riesgo financiero de una persona durante la enfermedad grave. Dado que el seguro parece mitigar y no eliminar el riesgo de sufrimiento financiero tras el diagnóstico y tratamiento del cáncer, quizás se necesiten otras intervenciones para mejorar los desenlaces financieros de los asegurados.
Otra estrategia dirigida a proveedores asistenciales y pacientes sería ayudar al paciente a tomar decisiones mediante el uso obligatorio de recursos que incluyan la evaluación del costo-beneficio y de la toxicidad financiera, y las mediciones de calidad para los pagos de tarifas de servicios de Medicare según lo previsto por la legislación de la Medicare Access and CHIP (Children´s Health Insurance Program) Reauthorization Act (MACRA).[
La reducción o eliminación de los copagos o coseguros del paciente como vía de cumplimiento oncoterapéutico en los planes médicos de Medicare o privados que exigen el pago de tarifas por servicio, podría reducir también la carga financiera para el paciente y la familia en muchas modalidades terapéuticas (radiación, fármacos, coseguro intra y extrahospitalario, y copagos).[
Referencias sobre el costo de los tratamientos oncológicos
Es difícil encontrar información sobre los costos de tratamiento del cáncer. A continuación, figuran enlaces a sitios públicos de Internet que incluyen datos actualizados sobre los costos relacionados con la atención oncológica:
La información que se presenta a continuación solo está disponible en inglés:
Referencias:
Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.
Factores de riesgo relacionados con la toxicidad financiera
Se añadió texto para indicar que, en comparación con las personas sin cáncer, los sobrevivientes de cáncer tienen mayor probabilidad de notificar incapacidad laboral o limitación en la cantidad o el tipo de trabajo que pueden realizar, tanto a corto plazo como a largo plazo después del diagnóstico (se citó a Yabroff et al., Ekenga et al., 2012 Blinder y Patil et al., 2014 Jagsi et al., Earle et al., Veenstra et al., y McLennan et al. como referencias 21–27, respectivamente). También se añadió texto sobre los factores demográficos y del tratamiento que afectan la capacidad de los sobrevivientes de trabajar (se citó a 2011 Mujahid et al., Tevaarwerk et al., Alleaume et al., 2017 Blinder et al., 2013 Blinder et al., 2010 Mujahid et al., 2017 Jagsi et al., 2015 Dahl, et al., y 2014 Dahl et al. como referencias 28–36, respectivamente). En los pacientes con cáncer, incluso aquellos tratados en el entorno paliativo, el trabajo promueve sensación de normalidad y control durante y después del tratamiento, además de que proporciona ingresos y beneficios de seguro médico (se citó a 2012 Blinder y Murphy et al. y Glare et al. como referencias 37 y 38, respectivamente).
El
Propósito de este resumen
Este resumen de información del PDQ sobre el cáncer dirigido a profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y basada en la evidencia sobre el tratamiento del cáncer y la toxicidad financiera. El objetivo es servir como fuente de información y ayuda para los profesionales clínicos durante la atención de pacientes. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.
Revisores y actualizaciones
El
Cada mes, los integrantes de este consejo revisan los artículos publicados recientemente para determinar lo siguiente:
Los cambios en los resúmenes se deciden mediante consenso de los integrantes del consejo después de evaluar la solidez de la evidencia de los artículos publicados y determinar la forma de incorporar el artículo en el resumen.
Los revisores principales del sumario sobre Toxicidad financiera del tratamiento del cáncer son:
Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este resumen se debe enviar al
Niveles de evidencia
Algunas de las referencias bibliográficas de este resumen se acompañan del nivel de evidencia. El propósito de esto es ayudar al lector a evaluar la solidez de la evidencia que respalda el uso de ciertas intervenciones o abordajes. El
Permisos para el uso de este resumen
PDQ (Physician Data Query) es una marca registrada. Se autoriza el uso del texto de los documentos del PDQ; sin embargo, no se podrá identificar como un resumen de información sobre cáncer del PDQ del NCI, salvo que el resumen se reproduzca en su totalidad y se actualice de manera periódica. Por otra parte, se permitirá que un autor escriba una oración como "En el resumen del PDQ del NCI de información sobre la prevención del cáncer de mama se describen, de manera concisa, los siguientes riesgos: [incluir fragmento del resumen]".
Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este resumen del PDQ de la siguiente forma:
PDQ® sobre el tratamiento para adultos. PDQ Toxicidad financiera del tratamiento del cáncer. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en:
Las imágenes en este resumen se reproducen con autorización del autor, el artista o la editorial para uso exclusivo en los resúmenes del PDQ. La utilización de las imágenes fuera del PDQ requiere la autorización del propietario, que el Instituto Nacional del Cáncer no puede otorgar. Para obtener más información sobre el uso de las ilustraciones de este resumen o de otras imágenes relacionadas con el cáncer, consultar
Cláusula sobre el descargo de responsabilidad
Según la solidez de la evidencia, las opciones de tratamiento se clasifican como "estándar" o "en evaluación clínica". Estas clasificaciones no se deben utilizar para justificar decisiones sobre reembolsos de seguros. Para obtener más información sobre la cobertura de seguros, consultar la página
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Última revisión: 2024-06-06
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