Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Hay diferentes tipos de tratamiento para los pacientes de neoplasias mielodisplásicas o mieloproliferativas.
Hay diferentes tipos de tratamiento disponibles para los pacientes de neoplasias mielodisplásicas o mieloproliferativas. Algunos tratamientos son estándar (tratamiento que se usa en la actualidad) y otros se están probando en ensayos clínicos. Un ensayo clínico de un tratamiento es un estudio de investigación con el fin de mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre tratamientos nuevos para los pacientes de cáncer. A veces, cuando en los ensayos clínicos se demuestra que un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo se convierte en el tratamiento estándar. Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico. En algunos ensayos clínicos solo se aceptan a pacientes que no comenzaron el tratamiento.
Se utilizan cinco tipos de tratamiento estándar:
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento del cáncer que usa medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Cuando la quimioterapia se administra por boca o se inyecta en una vena o un músculo, los medicamentos ingresan en el torrente sanguíneo y pueden llegar a las células cancerosas en todo el cuerpo (quimioterapia sistémica). La quimioterapia combinada es un tratamiento en el que se emplean más de un medicamento contra el cáncer.
Para obtener más información en inglés, consulte la lista Drugs Approved for Myeloproliferative Neoplasms (Medicamentos aprobados para las neoplasias mieloproliferativas).
Otra terapia farmacológica
El ácido retinoico 13-cis es un medicamento similar a una vitamina que demora la capacidad del cáncer de producir más células cancerosas y cambia el aspecto y el comportamiento de estas células.
Trasplante de células madre
La quimioterapia se administra para destruir células anormales o células cancerosas. Durante el tratamiento del cáncer, también se destruyen las células sanas, incluso las células formadoras de sangre. El trasplante de células madre es un tratamiento para reemplazar estas células formadoras de sangre. Las células madre (células sanguíneas inmaduras) se extraen de la sangre o la médula ósea del paciente o de un donante, se congelan y almacenan. Después de que el paciente termina la quimioterapia, las células madre almacenadas se descongelan y se devuelven al paciente mediante una infusión. Estas células madre reinfundidas, crecen (y restauran) las células sanguíneas del cuerpo.
Cuidados médicos de apoyo
Los cuidados médicos de apoyo se administran para mitigar los problemas producidos por la enfermedad o su tratamiento. El cuidado médico de apoyo a veces incluye terapia con transfusión o terapia farmacológica; por ejemplo, la administración de antibióticos para controlar las infecciones.
Terapia dirigida
La terapia dirigida es un tipo de tratamiento que utiliza medicamentos u otras sustancias a fin de identificar y atacar células cancerosas específicas. Por lo general, las terapias dirigidas causan menos daño a las células normales que la quimioterapia o la radioterapia.
- Terapia con inhibidor de tirosina–cinasas (ITC): en la terapia con ITC, se bloquean las señales que los tumores necesitan para crecer. Los ITC bloquean la enzima tirosina–cinasa, que causa que las células madre se conviertan en más glóbulos sanguíneos (blastocitos) de los que el cuerpo necesita. El mesilato de imatinib (Gleevec) se utiliza para el tratamiento de la neoplasia mielodisplásica o mieloproliferativa no clasificada. Otros medicamentos para la terapia dirigida están en estudio para el tratamiento de la leucemia mielomonocítica juvenil (LMMJ).
Para obtener más información en inglés, consulte la lista Drugs Approved for Myeloproliferative Neoplasms (Medicamentos aprobados para las neoplasias mieloproliferativas).
Se están probando nuevos tipos de tratamiento en los ensayos clínicos.
La información sobre ensayos clínicos está disponible en el portal de Internet del NCI.
A veces el tratamiento para las neoplasias mielodisplásicas o mieloproliferativas causa efectos secundarios.
Para obtener más información sobre los efectos secundarios que causa el tratamiento para el cáncer, consulte nuestra página sobre efectos secundarios.
Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico.
Para algunos pacientes, la mejor elección de tratamiento podría ser un ensayo clínico. Los ensayos clínicos son parte del proceso de investigación del cáncer. Los ensayos clínicos se llevan a cabo para saber si los tratamientos nuevos para el cáncer son inocuos (seguros) y eficaces, o mejores que el tratamiento estándar.
Muchos de los tratamientos estándar actuales se basan en ensayos clínicos anteriores. Los pacientes que participan en un ensayo clínico reciben el tratamiento estándar o son de los primeros en recibir el tratamiento nuevo.
Los pacientes que participan en los ensayos clínicos también ayudan a mejorar la forma en que se tratará el cáncer en el futuro. Aunque los ensayos clínicos no siempre llevan a tratamientos eficaces, a menudo responden a preguntas importantes y ayudan a avanzar en la investigación.
Los pacientes pueden ingresar en los ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento para el cáncer.
En algunos ensayos clínicos solo se aceptan a pacientes que aún no recibieron tratamiento. En otros ensayos se prueban terapias en pacientes de cáncer que no mejoraron. También hay ensayos clínicos en los que se prueban formas nuevas de impedir que el cáncer recidive (vuelva) o de disminuir los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
Los ensayos clínicos se realizan en muchas partes del país. La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en la página de Internet clinical trials search. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consulte el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A veces se necesitan pruebas de seguimiento.
A medida que avanza el tratamiento, se harán exámenes y revisiones periódicas. Es posible que se repitan algunas pruebas que se hicieron para diagnosticar o estadificar el cáncer, con el fin de evaluar qué tan bien está funcionando el tratamiento. Las decisiones acerca de seguir, cambiar o suspender el tratamiento se pueden basar en los resultados de estas pruebas.
Algunas de las pruebas se repiten cada tanto después de terminar el tratamiento. Los resultados de estas pruebas muestran si la afección cambió o si el cáncer recidivó (volvió).