Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Hay diferentes tipos de tratamiento para los pacientes con neoplasias mieloproliferativas crónicas.
Hay diferentes tipos de tratamiento disponibles para los pacientes de neoplasias mieloproliferativas crónicas. Algunos tratamientos son estándar (tratamiento que se usa en la actualidad) y otros se están probando en ensayos clínicos. Un ensayo clínico de un tratamiento es un estudio de investigación con el fin de mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre tratamientos nuevos. A veces, cuando en los ensayos clínicos se demuestra que un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo se convierte en el tratamiento estándar. Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico. En algunos ensayos clínicos solo se aceptan a pacientes que no comenzaron el tratamiento.
Se utilizan once tipos de tratamiento estándar:
Observación cautelosa
La observación cautelosa es el control atento de la afección de un paciente sin administrar tratamiento, a menos que aparezcan signos o síntomas, o que estos cambien.
Flebotomía
La flebotomía es un procedimiento para el que se toma sangre de una vena. Se puede tomar una muestra de sangre para realizar pruebas como un recuento sanguíneo completo (RSC) o un estudio bioquímico de la sangre. La flebotomía se usa algunas veces como tratamiento: se extrae sangre del cuerpo para retirar el excedente de glóbulos rojos. La flebotomía se usa de esta forma para tratar neoplasias mieloproliferativas crónicas.
Aféresis plaquetaria
La aféresis plaquetaria es un tratamiento para el que se usa una máquina especial que separa las plaquetas de la sangre. Se extrae sangre del paciente y se coloca en una centrifugadora de células sanguíneas que separa las plaquetas. Luego, se devuelve el resto de los componentes de la sangre al torrente sanguíneo del paciente.
Terapia de transfusión
La terapia de transfusión (transfusión sanguínea) es un método para administrar glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas a fin de reemplazar los glóbulos sanguíneos destruidos por la enfermedad o el tratamiento del cáncer.
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento del cáncer en el que se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Cuando la quimioterapia se administra por boca o se inyecta en una vena o un músculo, los medicamentos entran al torrente sanguíneo y pueden llegar a las células cancerosas de todo el cuerpo (quimioterapia sistémica).
Para obtener más información en inglés, consulte la lista Drugs Approved for Myeloproliferative Neoplasms (Medicamentos aprobados para las neoplasias mieloproliferativas).
Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento del cáncer para el que se usan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir que crezcan. La radioterapia externa usa una máquina que envía la radiación hacia el área con cáncer desde el exterior del cuerpo; por ejemplo, el bazo.
Otras terapias farmacológicas
La prednisona y el danazol son medicamentos que se pueden usar para tratar la anemia en los pacientes con mielofibrosis primaria.
La terapia con anagrelida se usa para reducir el riesgo de coágulos de sangre en pacientes con exceso de plaquetas en la sangre. También se pueden usar dosis bajas de aspirina para reducir el riesgo de coágulos de sangre.
La talidomida, la lenalidomida y la pomalidomida son medicamentos que previenen la formación de vasos sanguíneos en las áreas de células tumorales.
Los factores de crecimiento eritropoyético se usan para estimular a la médula ósea para que elabore glóbulos rojos.
Para obtener más información en inglés, consulte la lista Drugs Approved for Myeloproliferative Neoplasms (Medicamentos aprobados para las neoplasias mieloproliferativas).
Cirugía
Una esplenectomía (cirugía para extraer el bazo) se puede llevar a cabo si el bazo está agrandado.
Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tratamiento en el que se usa el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Se utilizan sustancias elaboradas por el cuerpo o producidas en el laboratorio para impulsar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer. Este tratamiento del cáncer es un tipo de terapia biológica.
- Interferón: sustancia que afecta la multiplicación de las células cancerosas y puede retrasar el crecimiento del tumor. El interferón alfa y el interferón alfa pegilado se suelen usar para tratar ciertas neoplasias mieloproliferativas crónicas.
Terapia dirigida
La terapia dirigida es un tipo de tratamiento para el que se utilizan medicamentos u otras sustancias a fin de identificar y atacar células cancerosas específicas.
- Terapia con inhibidor de tirosina–cinasas (ITC): la terapia con un ITC bloquea las señales que las células cancerosas necesitan para crecer. El ruxolitinib se usa para tratar la policitemia vera y ciertos tipos de mielofibrosis.
Para obtener más información en inglés, consulte la lista Drugs Approved for Myeloproliferative Neoplasms (Medicamentos aprobados para las neoplasias mieloproliferativas).
Hay otros tipos de terapias dirigidas que se están estudiando en ensayos clínicos.
Quimioterapia de dosis alta con trasplante de células madre
La quimioterapia de dosis altas se administra para destruir células cancerosas. Durante el tratamiento del cáncer, también se destruyen las células sanas, incluso las células formadoras de sangre. El trasplante de células madre es un tratamiento para reemplazar estas células formadoras de sangre. Las células madre (células sanguíneas inmaduras) se extraen de la sangre o la médula ósea del paciente o de un donante, se congelan y almacenan. Después de que el paciente termina la quimioterapia, las células madre almacenadas se descongelan y se devuelven al paciente mediante una infusión. Estas células madre reinfundidas crecen hasta convertirse en células sanguíneas del cuerpo y restauran las células destruidas.
Se están probando nuevos tipos de tratamiento en ensayos clínicos.
Para obtener más información sobre ensayos clínicos, consulte el portal de Internet del NCI.
A veces el tratamiento para las neoplasias mieloproliferativas crónicas causa efectos secundarios.
Para obtener más información sobre los efectos secundarios que causa el tratamiento para el cáncer, consulte nuestra página sobre efectos secundarios.
Los pacientes deberían considerar la participación en un ensayo clínico.
Para algunos pacientes, la mejor elección de tratamiento podría ser un ensayo clínico. Los ensayos clínicos son parte del proceso de investigación del cáncer. Los ensayos clínicos se llevan a cabo para saber si los tratamientos nuevos para el cáncer son inocuos (seguros) y eficaces, o mejores que el tratamiento estándar.
Muchos de los tratamientos estándar actuales se basan en ensayos clínicos anteriores. Los pacientes que participan en un ensayo clínico reciben el tratamiento estándar o son de los primeros en recibir el tratamiento nuevo.
Los pacientes que participan en los ensayos clínicos también ayudan a mejorar la forma en que se tratará el cáncer en el futuro. Aunque los ensayos clínicos no siempre llevan a tratamientos eficaces, a menudo responden a preguntas importantes y ayudan a avanzar en la investigación.
Los pacientes pueden ingresar en los ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento para el cáncer.
En algunos ensayos clínicos solo se aceptan a pacientes que aún no recibieron tratamiento. En otros ensayos se prueban terapias en pacientes de cáncer que no mejoraron. También hay ensayos clínicos en los que se prueban formas nuevas de impedir que el cáncer recidive (vuelva) o de disminuir los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
Los ensayos clínicos se realizan en muchas partes del país. La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en la página de Internet clinical trials search. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consulte el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A veces se necesitan pruebas de seguimiento.
A medida que avanza el tratamiento, se harán exámenes y revisiones periódicas. Es posible que se repitan algunas pruebas que se hicieron para diagnosticar o estadificar el cáncer, con el fin de evaluar qué tan bien está funcionando el tratamiento. Las decisiones acerca de seguir, cambiar o suspender el tratamiento se pueden basar en los resultados de estas pruebas.
Algunas de las pruebas se repiten cada tanto después de terminar el tratamiento. Los resultados de estas pruebas muestran si la afección cambió o si el cáncer recidivó (volvió).