Factores de riesgo de suicidio: adolescentes, adultos mayores y veteranos militares

Los adolescentes, adultos mayores y veteranos militares tienen tasas de suicidio que son desproporcionadamente altas. El suicidio es la segunda causa principal de muerte entre las personas de 10 a 34 años, la cuarta causa principal entre las personas de 34 a 54 años y la quinta causa principal entre las personas de 45 a 54 años.¹ La tasa de suicidio entre los veteranos es 1.5 veces más alta que la de la población general.² Las tasas de suicidio son más altas entre los adultos mayores, especialmente los hombres.³ Entender algunas de las situaciones particulares que enfrentan estos grupos puede ayudar a que estés alerta a esos problemas. Ten en cuenta las siguientes precauciones, junto con las señales de advertencia y los factores de riesgo generales.

Adultos mayores

Pueden tener más riesgo debido a:³

• Mayor pérdida y soledad. Muchos de los cambios que vienen con la edad involucran alguna pérdida. Los adultos mayores pueden enfrentarse a la jubilación, la muerte de seres queridos y la pérdida de la independencia. Muchos adultos mayores se sienten cada vez más aislados del apoyo y la conexión emocional. Sin ayuda, las sensaciones de soledad y tristeza pueden contribuir a tener pensamientos suicidas.
• No encontrar sentido al futuro y propósito. La sensación de desesperanza y pensar que los días están contados pueden transformarse en depresión.
• Sobrellevar enfermedades y dolores. El dolor crónico, los problemas de salud y el miedo a condiciones como el Alzheimer pueden desencadenar una depresión. La depresión también puede ser un efecto secundario de medicamentos.⁴
• No identificar los signos de depresión. La depresión puede hacer que los adultos mayores se sientan confundidos y olvidadizos, lo cual puede ser diagnosticado erróneamente como un problema de pérdida de memoria o demencia. Apartarse de los demás y perder la alegría puede considerarse equivocadamente como una condición normal de un adulto mayor.

Cómo puedes ayudar

No asumas que estar triste es una parte normal del envejecimiento, porque no lo es. Trata de tener conversaciones sobre las emociones y los sentimientos. Fomenta la actividad y la vida social. Presta atención a la acumulación de píldoras o al interés en obtener un arma. Comparte cualquier inquietud con el médico del adulto mayor.

Veteranos militares

Pueden tener más riesgo debido a:

• Problemas de adaptación. Acostumbrarse a la vida civil luego de una misión militar puede ser extremadamente difícil, incluso si la persona no estuvo en combate. Al regresar, además de adaptarse a un ritmo y un enfoque diferentes, los militares deben restablecer relaciones y roles. Deben encontrar trabajo y sobrellevar cualquier daño emocional y físico. Esto puede ser agobiante.

• Riesgo de trastorno de estrés postraumático (TEPT) Las experiencias, las emociones y el impacto de una misión militar puede provocar un estrés mental constante. Para algunos, esto se traduce en un diagnóstico de TEPT y, como resultado, un mayor riesgo de suicidio.

Cómo puedes ayudar

Regresar de una misión militar es un proceso, no un evento. Bríndales a los veteranos que regresan el tiempo suficiente para adaptarse a la vida civil. Toma nota si hay un interés inusual en las armas u otros aspectos de su rol militar, como usar su uniforme o parte del uniforme, como las botas. Está alerta en caso de obsesión por las noticias de guerra, visitas a cementerios o actitudes de sobreprotección. Recurre a la ayuda especial que se ofrece a los veteranos y a otra asistencia profesional, según sea necesario.

Adolescentes

Pueden tener más riesgo debido a:

• Enfrentan más factores desencadenantes posibles. Los adolescentes atraviesan muchos cambios emocionales, mentales y sociales. Al mismo tiempo, enfrentan una alta necesidad de pertenecer. El estrés de una escuela o clase nueva, el acoso, las preocupaciones por la identidad de género o problemas de imagen corporal pueden ser factores desencadenantes. Reprobar un examen o terminar una relación romántica podría ser un momento crítico.
• Son más reactivos a los factores desencadenantes y actúan más impulsivamente. En comparación con los adultos que, por lo general, planifican más, los adolescentes tienden a actuar con mayor rapidez cuando están estresados. Esto puede aumentar el riesgo cuando enfrentan más factores desencadenantes.
• Vulnerabilidad a la imitación. Los adolescentes son más susceptibles que los adultos al "suicidio por contagio", que significa intentar suicidarse después de enterarse de un suicidio.⁵ El riesgo existe incluso si el adolescente no conoció personalmente a la persona que cometió el suicidio. En el intenso período posterior a un suicidio, ellos podrían interpretar dicha acción como una forma aceptable o heroica de enfrentar la angustia.
• Las señales de advertencia podrían no ser tan claras. Es normal que los adolescentes tengan altibajos emocionales. Puede ser más difícil identificar estados de ánimo o comportamientos que apunten al suicidio. Bajas calificaciones, enojo explosivo, comportamientos sexuales inusuales o incluso el aburrimiento podrían ser, en efecto, signos de depresión. Las señales de advertencia de suicidio pueden incluir huir de la casa o hacer cosas arriesgadas, como conducir bajo los efectos del alcohol o abusar de las drogas.

Cómo puedes ayudar

Mantén las líneas de comunicación abiertas. Presta atención a los cambios. Confía en tus instintos. Solicita ayuda de un profesional (como un médico o un terapeuta) que pueda evaluar y tratar al adolescente. Si está disponible, el Programa de asistencia al empleado (EAP, por sus siglas en inglés) puede ofrecerte pautas e información sobre los recursos disponibles en tu área.

Hombres

Muchos hombres experimentan depresión, pero algunos de los signos externos pueden ser diferentes de los que esperarías percibir. A pesar de que tanto hombres como mujeres sienten la desesperanza de la depresión, las mujeres tienden a expresarla en forma de una tristeza extrema, mientras que los hombres pueden parecer molestos e irritables.⁶ Asimismo, es más probable que los hombres tengan dificultades para dormir y que hagan cosas arriesgadas. Tienden a refugiarse en el trabajo o el deporte, aunque estas actividades ya no tengan sentido para ellos. Los hombres podrían presentar más síntomas físicos, como dolor de cabeza, problemas estomacales y dolor inexplicable.⁶ Estos síntomas pueden no coincidir con nuestras expectativas de cómo se ve una persona depresiva.

Además, es menos probable que los hombres reconozcan, hablen y busquen tratamiento para la depresión que las mujeres.⁶ En cambio, podrían distanciarse de los demás y usar drogas o alcohol. Estos comportamientos poco saludables para sobrellevar la depresión pueden aumentar el riesgo de suicidio.